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El patrón de Las Piedras-Palomares protagoniza los cultos y actos que culminan con la romería y la procesión por estas aldeas y otros diseminados de la zona
Con los ecos aún recientes de las Fiestas de Mayo de la Vera Cruz y la Virgen de la Cabeza, el turno en el tercer fin de semana del mes ha sido para San Isidro Labrador. El patrón de Las Piedras y Palomares ha protagonizado una serie de cultos y actos en estas dos aldeas de Rute, que se han extendido en la romería a otros diseminados y núcleos rurales de la zona. Como de costumbre, el programa organizado por la cofradía que preside Andrea Arrebola combinó lo religioso con lo festivo. Ambos aspectos se han dado la mano en estos días. Así, del triduo, que se desarrolló del 16 al 18, se dio paso en las noches del viernes y el sábado a las veladas con música en vivo.
- El programa ha mezclado lo religioso y lo festivo, y ha contado con la asistencia de público venido del resto del pueblo
La primera noche estuvo amenizada por el Trío New Velada. Otro rasgo típico de estas fiestas son sus concursos populares de dominó por parejas y “subastao”. Se desarrollaron en las tardes del viernes y el sábado. Ese día se abrió además la mesa de regalos. Después, subió al escenario la Orquesta Diamond para la velada nocturna. Por último, el domingo hubo música en vivo y diversos actos desde mediodía y durante toda la tarde. En este caso, se llevaron a cabo entre las dos salidas de San Isidro.
La matinal fue en romería, desde la ermita y hasta la Fuente de la Higuera, en el diseminado de Los Pérez. Allí la cofradía invitó a un desayuno molinero y una copa de anís a los asistentes. La romería contó con el acompañamiento musical del Coro de Romeros La Morenita, además de grupos de caballistas y las carrozas que, aparte de formar parte del cortejo, participaron en el concurso. Pasada la una y media de la tarde, la comitiva llegó de vuelta a la ermita, donde se ofició la misa de romeros, cantada también por el coro.
Terminada la misa, continuó el programa de sobremesa en la explanada junto al Centro de Adultos. Contó con la actuación del grupo Los Cuatro Caños y una paella organizada por la cofradía. A continuación, se dio paso a la subasta de los regalos de la mesa, que incluyó la entrega de premios de los diferentes concursos. De esta forma se llegó a las ocho y media de la tarde, hora de salida de la procesión vespertina de San Isidro. En este caso, se centró en Las Piedras y Palomares, y contó con el acompañamiento de la Agrupación Musical Santo Ángel Custodio.
Lo que sí se repitió en relación a la mañana fue el hecho de que San Isidro fue en un carro tirado por bueyes. Es una característica tradicional de estas fiestas que apenas se conserva en algún sitio más de los alrededores, como en Iznájar. Tanto a la hora de acompañar al santo como en el resto de actividades, ha sido numeroso el público que un año más se ha sumado del casco urbano de Rute y del resto de diseminados, así como poblaciones vecinas. Los fuegos artificiales pondrían de nuevo el colofón a estas fiestas que son la principal seña de identidad de estas aldeas ruteñas.