Lydia Arcos debuta en categoría infantil con la Selección española en el Campeonato de Europa de tenis de mesa

Lydia Arcos (derecha), junto con su compañera de Selección, la granadina Laura Ramírez

Lydia Arcos (derecha), junto con su compañera de Selección, la granadina Laura Ramírez

En lo que empieza a ser algo habitual en ella, pasar mucho tiempo lejos de casa, Lydia Arcos no ha estado en Rute este verano. Al contrario, ha vivido un intenso mes de concentración con la Selección española de tenis de mesa. La primera fase de su periplo la llevó hasta China. En Shanghái permaneció en un centro de alto rendimiento. Allí, con un régimen de entrenamientos muy duro, recibió un curso intensivo de cinco horas diarias de los técnicos chinos. La agenda se dividía en dos sesiones por jornada, dos horas por la mañana y tres por la tarde. Además, en este tiempo se midió a jugadoras del país asiático, considerado la primera potencia mundial en tenis de mesa. Según ha explicado su padre Diego Arcos, siempre se hacen concentraciones previas a los campeonatos internacionales, “para preparar física y técnicamente” a los jugadores. Lo normal es que se hagan en España. Sin embargo, no es frecuente trasladarse a otro país y llevar a cabo este entrenamiento intensivo. La propia jugadora confiesa que los primeros días fueron “difíciles”, no sólo a la hora de coger el ritmo físico sino para adaptarse a las comidas.

Después de haber estado un año en el Centro de Tecnificación de Priego, asegura que esto “no tiene nada que ver”. En China se prepara a los menores para convertirlos en futuros jugadores profesionales, hasta el punto de que el colegio se ve reducido muchas veces “a un par de horas de clase al día”. En España, en cambio, incluso en centros como el prieguense, “lo primero son los estudios”. A diferencia de deportes “globalizados” como el fútbol o el baloncesto, su padre remarca que China sigue estando “a años luz” del resto del mundo. Por eso, citas de este tipo no sólo sirven para prepararse sino para “aprender de los mejores”, sin perder de vista la enorme cantidad de horas que dedican a entrenar allí.

Terminada la concentración en China, la expedición española se trasladó hasta la localidad rusa de Kazán, para disputar el Campeonato de Europa de Jóvenes. No era la primera experiencia de Lydia Arcos con la Selección, aunque sí ha sido su debut en la categoría infantil. Para Diego, esta convocatoria era “su confirmación” con la Selección después de haber acudido como benjamín y alevín. Cabe recordar que España no es un país puntero en este deporte. En este sentido, el progenitor establece “dos bloques” a nivel europeo. Por un lado, el de los países del este. Federaciones como la rumana una dinámica similar a la de China, donde el deporte se concibe como “una forma de vida para salir de la pobreza”. En el otro extremo, “nuestros referentes” son otros, países como Inglaterra, Alemania o Italia, “donde los niños ante todo estudian”.

Con todo, no es menos cierto que la ruteña se codea desde hace unos años con las mejores de su edad en el panorama nacional. Prueba de ello es que en este campeonato Lydia es de las pocas españolas que puede presumir de haber ganado más partidos de los que ha perdido. Por tanto, ha contribuido de forma importante para que nuestro país suba cuatro puestos en el ranking respecto a la anterior edición. La ruteña jugó en cuatro modalidades: individual, equipos, dobles y dobles mixtos. En esta última formó parte de la pareja española que superó más rondas y llegó más lejos. Por todo ello, Lydia sostiene que los resultados son positivos y el balance personal del campeonato es satisfactorio. Las españolas se quedaron “a un partido” de subir de categoría europea, y en el plano individual, después de caer en primera ronda ante una sueca, ganó el resto de partidos de consolación.

Deja un comentario