Llega a Rute “Mr. Iglú” para enseñar a los pequeños a reciclar vidrio de forma divertida

  • La entidad Ecovidrio está llevando a cabo esta campaña infantil de concienciación en los municipios andaluces

  •  Desde el Ayuntamiento se mantiene la filosofía de que el reciclaje ha de afrontarse desde edades tempranas

Niños y niñas del municipio han disfrutado a la vez que aprendían reciclaje con las actividades de Ecovidrio
Niños y niñas del municipio han disfrutado a la vez que aprendían reciclaje con las actividades de Ecovidrio

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La educación en el reciclaje comienza por la base, con los más pequeños de la casa. Partiendo de esa premisa, se ha celebrado en Rute “La fiesta de Mr. Iglú”. Con ese nombre, la entidad Ecovidrio está promoviendo una campaña de concienciación entre los menores de los municipios andaluces. Como no podía ser de otra forma, la filosofía es que los pequeños aprendan divirtiéndose a través de juegos. Se ha llevado a cabo en el Parque Nuestra Señora del Carmen, en las inmediaciones del teatro al aire libre Alcalde Pedro Flores, para rematar con una fiesta de la espuma más arriba, en el Paseo Francisco Salto. Para ello, según explica Juan Carlos Ortega, técnico de Ecovidrio, se ha pensado en el personaje de Mr. Iglú. Se trata de un contenedor gigante animado con rasgos humanos. Mr. Iglú abre su boca y dice a los más pequeños que tiene hambre. Lógicamente, se alimenta de envases de vidrio vacíos. Con ese punto de vista adaptado a sus edades, se les explica “de una manera más seria” la importancia del reciclaje, cómo llevar a cabo el proceso desde que se consume la botella en casa y qué hay que depositar en cada contenedor. Así, los pequeños aprenden conceptos que con frecuencia incluso los adultos desconocen. Por ejemplo, el vidrio es “más puro” que el cristal. Por eso se recicla y el cristal no.

Para José Macías, concejal de Medioambiente, es “fundamental” empezar desde la base. Los niños son “más fáciles de educar” que los adultos, que ya tienen una serie de malas costumbres adquiridas. De ahí que convenga insistir con la población infantil “para conseguir en el futuro una sociedad más verde y justa con el medioambiente”. Según el edil, los niños han de darse cuenta de que las cosas “tienen una segunda vida, se pueden seguir usando”. Para todo ello hay una buena sintonía con Ecovidrio, ya que meses atrás esta entidad sin ánimo de lucro había renovado parte de los contenedores de vidrio. Como recuerda Macías, es una tarea “continua, que no puede decaer”. En su opinión, el cambio climático se empieza a frenar con pequeñas actuaciones como éstas. En este sentido, ha recordado que Rute está por encima de la media en reciclaje. Lejos de invitar al conformismo, ha de servir de estímulo para mejorar los resultados. Esa tarea de reutilizar los recursos ha de ser “perenne” y perdurar en el tiempo.

Por otra parte, Juan Carlos Ortega está convencido de que los pequeños también pueden influir en sus progenitores. De hecho, aunque la campaña se centra en el reciclaje del vidrio, son acciones integrales. Se inculca a los menores la necesidad de separar cada residuo de forma adecuada y para qué sirve cada contenedor. Para que la labor no se quede reducida a esas edades, hay que insistir con los adultos. Según el técnico, el mero hecho de que muchos acudan a estos encuentros con sus hijos hace que se despierte su curiosidad sobre cómo se ha de reciclar de manera adecuada.

 

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