Multitud de personas acompañaron a Miguel Ángel Molina durante la presentación de su último cortometraje en Rute

 

  • Se trata del séptimo proyecto cinematográfico que realiza el joven productor ruteño

El equipo lo componen cerca de una veintena de personas, y muchos de los actores y actrices son Rute
El equipo lo componen cerca de una veintena de personas, y muchos de los actores y actrices son Rute

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Tras la presentación del cortometraje “2040, un nuevo principio” en la Filmoteca de Córdoba, el pasado mes de julio, ahora el joven productor y director ruteño Miguel Ángel Molina ha recibido la calurosa y multitudinaria acogida de su pueblo. En esta ocasión, el cortometraje se presentó en Rute el pasado 7 de agosto, en el salón de actos del edificio Alcalde Leoncio Rodríguez. El trabajo se gestó hace un año. Nace de la necesidad de su autor de “seguir explorando nuevos terrenos e ir más allá”. Se trata de un proyecto de corte futurista de ciencia-ficción. Presenta una humanidad invadida por extraterrestres, con especial protagonismo para Rufo, un niño de 12 años que se rebela contra esta situación. Se ha rodado en escenarios naturales como la Dehesa de Priego o algunas calles de Rute, incluso casas particulares de los miembros del equipo.

Miguel Ángel Molina comenzó con la escritura del guión. Paralelamente se interesó por la post-producción 3D y la integración de imágenes especiales y tridimensionales. Ese trabajo ha sido realizado luego por otros compañeros. Cuando tuvo el guión buscó a un grupo de actores y actrices. En este sentido, optó por contar con personal amateur, muchos procedentes de Rute. Luego, contactó igualmente con técnicos de sonido, operadores de cámara, directores de fotografía, diseñadores de animación y modelado 3D, y así hasta conformar el grupo de trabajo que le ha permitido llevar hasta el final el proyecto. En total, han participado en torno a una veintena de personas. Tras los ensayos, llegaron los procesos de caracterización y maquillaje con látex de los personajes.

Después, vendrían las dificultades que conllevaba el rodaje en sí. No siempre, comenta Molina, era fácil coordinar a un equipo de colaboradores, por su falta de disponibilidad y de tiempo. También relata que los protagonistas fueron descubriendo la dificultad que entraña rodar en exteriores: con ruidos de la gente e inapropiados y múltiples interrupciones que impedían que la escena se rodase como se deseaba. Según el joven productor ruteño, en este proyecto todo el equipo ha aprendido. Él en particular se siente satisfecho con el resultado. Para su realización ha contado con una subvención de la Diputación de Córdoba, pero también ha agradecido la colaboración de “muchas empresas de Rute que han colaborado económicamente”, en especial a Cruzber.

Durante la presentación del cortometraje en Rute y antes de su visionado, el concejal de Cultura, Antonio José Gómez dijo sentirse a gusto por poder acompañar a un joven ruteño creador. Según Gómez, la creación es un terreno con muchas posibilidades y entiende que desde las instituciones debe ser apoyado. Además, el concejal de Cultura resaltó la importancia de esta iniciativa personal. Considera que nace “de la inquietud y las ganas de hacer cosas” de alguien, y eso termina repercutiendo en la esencia de lo que es capaz de ofrecer un pueblo.

Miguel Ángel Molina es licenciado en Comunicación Audiovisual, con especialización en áreas relacionadas con el mundo de la producción cinematográfica. De hecho, es en ese terreno donde más experiencia ha acumulado. Desde 2004 ha realizado seis cortometrajes. El primero lo tituló “Soy quien soy”; siguió con, “Hablando con un viejo amigo”; el tercero fue “Pan blanco o integral”; el cuarto, “Sonata”; el quinto, “Villa Pentagrama”, y el sexto, “Rh positivo”. A esto hay que sumar su trayectoria en el arte gráfico, la publicidad e incluso en el terreno de la escritura, con la publicación de la obra “la Flor de la Vida, la clave 369”. Por tanto, según Gómez, estamos ante una persona “inquieta, muy polifacética, en busca siempre de nuevos retos”.