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Tras disfrutar del ciclo exitoso de las chicas del Atlético de Madrid, ha seguido ligada al ex-entrenador rojiblanco Ángel Villacampa en su nuevo proyecto
Carmen Repullo relata su experiencia futbolística en China
A Carmen Repullo (Rute, 1992) el fútbol le corre por las venas desde niña. Esa afición la llevó a ingresar en las categorías inferiores del Rute Calidad. Sus cualidades le valieron para hacerse un hueco en la delantera de los equipos masculinos. Después, encauzó su trayectoria profesional hacia el deporte que es su pasión. Se licenció en Educación Física (INEF) y está terminando Fisioterapia. Esa formación la ha llevado por diversos clubes hasta que recaló como preparadora física en el Atlético de Madrid femenino. El club es una referencia, con dos Ligas Iberdrola y una Copa de la Reina, más dos subcampeonatos en esta competición. Para la última Liga la ruteña ya se había unido al cuerpo técnico del entrenador Ángel Villacampa.
- Formada en las categorías inferiores del Rute Calidad, tuvo claro que, cuando cambiara “el fútbol por los libros”, sus estudios irían orientados al deporte
Tras este exitoso ciclo, donde descubrió los recursos “ilimitados” del fútbol profesional, el club rojiblanco no renovó al técnico, y con él se fue su equipo. De las ofertas que tenía sobre la mesa, Villacampa optó por un proyecto a largo plazo: la Selección China femenina sub-14. Carmen le acompaña en el reto que les planteó la Federación de este país: clasificar a estas chicas para el Mundial de 2022, al que llegarían como jugadoras sub-17. En los primeros días de febrero, se ha celebrado el año nuevo chino y se ha parado la competición. Carmen ha aprovechado para venir a España y volver a Rute.
No sólo ha cambiado de país sino de de rutina. No es lo mismo trabajar con un grupo a diario, con hasta dos partidos por semana, que juntarse una vez al mes. Respecto a la experiencia, asegura que el “gigante asiático” está apostando de forma decidida por el fútbol. Por un lado, da caché a su liga con jugadores de renombre. Pero además, están buscando a “los mejores entrenadores”. Quieren profesionalizarlo y crear “una base sólida para competir en el futuro”. Le llama la atención que entrenan “muchísimo más”, hasta seis horas diarias. Aún les falta un punto de intensidad en lo físico y en lo táctico, pero cree que hay potencial para lograr grandes cosas.
De esa intensidad aprendió mucho en su etapa en el Atlético de Madrid. Considera al “profe Ortega” (preparador físico de los colchoneros) “un referente”. No es un caso anecdótico. Desde que cambió “el balón por los libros”, ha estado con gente de primer nivel, como Juan del Campo, entrenador de la Selección de atletismo; o Ana De la Fuente, preparadora física de la taekwondista Eva Calvo. Aunque son diferentes, tiene claro que al final el deportista ha de ser “más rápido, más fuerte y más potente”. Además, si se consigue a nivel individual “mejoras el colectivo”.
