La ruteña Carmen Henares se incorpora al Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat

  • Actualmente, es el único centro de estas características dedicado al tenis de mesa femenino

  • La joven jugadora ha superado unos meses difíciles, demostrando una madurez impropia de su edad

 Carmen con la elástica de Cajasur Priego, en la primera jornada de la ETTU Cup, la Liga de Campeones del tenis de mesa
Carmen con la elástica de Cajasur Priego, en la primera jornada de la ETTU Cup, la Liga de Campeones del tenis de mesa

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Pasan los años y el tenis de mesa sigue generando éxitos y buenas noticias en Rute. Llegan además de las dos generaciones que han destacado en las últimas décadas. Por un lado, jugadores veteranos como Antonio Espejo, Diego Arcos, Manuel García, Paco Campillos, Pascual Rovira, Juan Granados o José María Henares continúan un año más en la liga regular, entre otras competiciones. Además, las hijas de éste, las hermanas Carmen y Belén Henares, siguen de actualidad. Junto a la otra jugadora que completa ese grupo que dio en llamar “las chicas de oro” del tenis de mesa local, Lydia Arcos, entre todos han podido conformar un año más tres equipos ruteños en competición. Dos de ellos, Rute A y Rute B, están en la Tercera División Nacional, mientras que el otro, patrocinado por Arrebola y Perea, juega en la Superdivisión Andaluza. Son categorías de nivel, exigentes. Por tanto, Antonio Espejo, presidente del Club Tenis de Mesa Rute, no esconde que el objetivo prioritario de la temporada es mantenerse.

  • Carmen ha de compaginar cada día los estudios con sesiones de entrenamiento que suman cinco horas y media
  • El centro ha acogido a deportistas de primer nivel como la nadadora Mireia Belmonte o la campeona del mundo de bádminton Carolina Marín

Aparte de la competición regular, la cita más inminente es la primera fase de la Liga de Veteranos. Se disputará en el Puente de la Inmaculada en Linares. Más a medio plazo, a comienzos de 2016, llega el Torneo Estatal de Valladolid. Tradicionalmente, este campeonato ha venido contando con la presencia de las jugadoras ruteñas, pero en esta ocasión se han sumado Antonio Espejo y Manuel García. Quedaron entre los nueve primeros del Zonal de Huétor-Vega. José María Henares, décimo clasificado, está en reserva de momento, a la espera de una vacante. De presentarse, está cantada su participación, ya que en cualquier caso va a acudir a Valladolid, puesto que sus hijas están automáticamente clasificadas.

Más allá de estos torneos, la menor de las hermanas Henares también es protagonista por estar esta temporada en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat. Hace dos años Belén ya estuvo en el CAR Joaquín Blume, de Madrid. Sin embargo, la experiencia se vio truncada por una inoportuna lesión. Ahora, su hermana Carmen, con sólo 14 años, ha ingresado en el otro centro para tenis de mesa que hay en España. En realidad, explica su padre, tras su última reestructuración, el de Madrid sólo se ocupa del masculino, mientras que las chicas están concentradas en Barcelona. Allí la joven Carmen acumula jornadas maratonianas de deporte y estudio. El CAR de Sant Cugat incluye un instituto para los deportistas residentes.

Para ingresar en un CAR hay que obtener una de las becas que concede, en este caso, la Federación Española de Tenis de Mesa (FETM). En principio, son becas de un año de duración. Después, se pueden prorrogar otro más si el jugador o la jugadora en cuestión se adaptan a las exigentes condiciones que conlleva hacer compatible el deporte a este nivel de formación con los estudios. Según ha relatado José María Henares, cada jornada de Carmen arranca a las ocho y cuarto de la mañana. Está en clase hasta las once menos cuarto. De once a dos tiene el entrenamiento matinal. Tras la comida, vuelve a las clases de tercero de ESO, para después completar hasta un total de cinco horas y media diarias de entrenamiento. Por tanto, apenas si le queda un rato para estudiar y repasar.

Su padre asegura que dejaron en sus manos la decisión. Era ella quien debía sopesar los pros y los contras. Entre los atractivos de la beca estaba residir en un centro donde se forman los mejores deportistas del país. Sin ir más lejos, el CAR de Sant Cugat cuenta con figuras de la talla de la nadadora Mireia Belmonte. También en su día estuvo la campeona del mundo de bádminton Carolina Marín.  En el otro extremo, debía enfrentarse a estar sola, lejos de la familia, adaptarse a unos horarios sin tregua y aprender catalán para las clases. Demostrando una madurez impropia de su edad, la pequeña Carmen se ha sobrepuesto a esos inconvenientes en los primeros meses, “que son los más duros”. Se ha adaptado a esa rutina tan férrea, a la que hay que sumar las competiciones en las que sigue inmersa. Hace poco acudía a una concentración en Eslovaquia y en breve se incorporará con Cajasur Priego para la segunda fase de la ETTU Cup, el equivalente a la Liga de Campeones en tenis de mesa.

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