La ruteña Beatriz Molina es una de las primeras pacientes sometidas con éxito a un tratamiento oncológico pionero del Reina Sofía

  • La nueva técnica del hospital cordobés evita intervenciones quirúrgicas que dejan grandes secuelas en el rostro de los pacientes

  • Dicha cirugía se ha podido aplicar tras formación recibida por los profesionales en el Hospital Oncológico The James, en Ohio

La joven ruteña junto al equipo de profesionales que la ha tratado con esta técnica innovadora/EC

Entrevista Beatriz Molina en Radio Rute

Beatriz Molina es una de las primeras pacientes sometidas a un tratamiento oncológico pionero del Hospital Reina Sofía de Córdoba. El nuevo tratamiento de tumores cerebrales evita operaciones que tienen un alto riesgo de mortalidad y que provocan enormes secuelas en el rostro de los pacientes. Se trata de una técnica endoscópica mucho menos invasiva de las que se practicaban hasta el momento. De 34 años y madre de tres hijos, la historia de Beatriz es un caso de éxito. Comenzó en marzo de 2016 con un sangrado de nariz al que no dio mucha importancia. El sangrado se cortó y comenzó de nuevo en torno a los quince días. Sin embargo, llegó un momento en el que sangraba casi a diario, hasta llegar un punto en el que la sangre no se le cortaba.

  • Beatriz Molina está muy agradecida al equipo de profesionales que la han atendido
  • Ha decidido contar su historia para dar esperanza a otros pacientes con patologías similares
Beatriz Molina en los estudios de Radio Rute

Era agosto de 2016. En aquel momento fue al Centro de Salud de Rute. Allí le taponaron la nariz y la enviaron al Hospital Infanta Margarita de Cabra. En el hospital egabrense fue atendida en septiembre y durante los dos siguientes meses fue sometida a distintas pruebas. En noviembre le comunicaron que tenía un tumor y que la iban a derivar al Hospital Reina Sofía de Córdoba. Lo que se le había detectado era un tumor maligno muy infrecuente que se origina en las células responsables del olfato de la parte superior de la cavidad nasal. En Córdoba fue cuando entró en contacto con el equipo de profesionales del hospital. Entre otros, conoció al neurocirujano Juan Solivera y al  otorrinolaringólogo Juan Aguilar. Ambos le informaron detalladamente de la intervención a la que iba a ser sometida.

La operación tuvo lugar el 18 de enero de 2017.  Durante todo este período Beatriz no ha sido muy consciente de la magnitud de su enfermedad. A priori, no presentaba ningún síntoma que la alarmase. De hecho, afirma que, a día de hoy, aún no se puede creer lo que le pasó. Tras la intervención, la recuperación ha sido muy buena, no hubo ningún tipo de complicaciones, no tuvo fiebre, ni tampoco padeció dolores. Tan sólo estuvo ingresada diez días. Las secuelas de la enfermedad han supuesto la pérdida del olfato, también del gusto. Tampoco puede realizar esfuerzos físicos ni coger ningún tipo de peso.

Ahora ha pasado más de un año y se siente enormemente agradecida por el apoyo recibido de su marido y sus padres. Respecto a los profesionales que la han atendido,  tiene un sentimiento “de deuda por seguir viva” y está muy satisfecha de la calidad de vida que disfruta. Con todo, no puede evitar “sentir la mosca detrás de la oreja”. Asegura que ha tenido que aprender a vivir “de otra manera”. Beatriz se ha prestado a hacer público su caso para que otras personas que pasen por un trance de este tipo o similar también vean la luz. Además, esta valiente joven de Rute anima a cualquiera que pueda padecer la enfermedad a confiar plenamente en los profesionales.

En su intervención, participó un equipo multidisciplinar compuesto por doce profesionales, y duró diez horas. Hasta ahora, la patología originada en la base del cráneo era intervenida a través de la realización de una craneotomía (cirugía abierta) y accediendo a la zona dañada desde la parte superior del cráneo. Ahora, los neurocirujanos y otorrinolaringólogos pueden llegar a la zona afectada desde la nariz por vía endoscópica, con técnicas de navegación quirúrgica, sin necesidad de realizar la craneotomía, evitando incisiones en la cara y sin retraer el cerebro.

Para poder poner en marcha esta nueva forma de realizar intervenciones quirúrgicas, los profesionales del Hospital Reina Sofía se trasladaron a Columbus (Ohio), al Hospital Oncológico The James, de la Universidad Estatal de Ohio. Durante seis semanas pudieron conocer este tipo de abordaje de la mano de dos especialistas de referencia mundial en la materia, el doctor Ricardo Carrau y el doctor Daniel M. Prevedello. Desde 2016 hasta la actualidad, cincuenta pacientes con afectación de la base de cráneo y región selar fueron diagnosticados y tratados en el Hospital Reina Sofía por este equipo multidisciplinar. En él también participan otros profesionales de ambas unidades, Otorrinolaringología y Neurocirugía.

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