Los momentos más intensos volvieron a vivirse en el barrio de Los Cortijuelos
12/05/09 15:45
RADIORUTE.COM
Si se pudiera establecer un símil deportivo, y pacífico, se diría que había ganas de revancha. ¿Contra quién o contra qué” Contra el único elemento capaz de desafiar el fervor que se vive en el Barrio Alto de Rute en el segundo fin de semana de mayo. El año pasado la lluvia había deslucido el recorrido nocturno de la Virgen de la Cabeza. Apenas pudo asomar unos instantes al Llano. Insuficientes para saciar la sed de devoción de tanta gente. Este año nadie se fiaba. Menos aún después de que cayera un chubasco en la mañana del sábado y un chaparrón considerable a primera hora de la tarde. Finalmente, el tiempo despejó y el sol lució con intensidad en los momentos cruciales.
En la mente de todos había optimismo de sobra para engalanar el ambiente más si cabe en el segundo domingo de mayo. Lo hizo la asociación de vecinos “Priego Del Señor”, cruzando con guirnaldas los tramos de estas dos calles por donde pasa el cortejo de la Virgen de la Cabeza. También la asociación cultural “Morenita, Reina de Rute” tiró la casa por la ventana. Todos los puntos del doble itinerario donde hubiera barandas lucían banderines alusivos a la Virgen. Hasta la cofradía había pensado en una jornada de actividades lúdicas el sábado por la mañana “para enganchar a los más pequeños”. Fue posible gracias a la financiación del área de Participación Ciudadana de Diputación. Del contenido se encargó la empresa Vigasa Sport.
Se notaba, en suma, un calor especial, como queriendo resarcirse del sabor agridulce que dejó 2008. En cualquier aspecto de estas fiestas, los datos de participación sobrepasaban ampliamente los precedentes. Sucedió en la ofrenda de flores del sábado por la tarde. Cierto es que estamos ante un fenómeno en pleno crecimiento. Pero tal vez ni los más optimistas imaginaban que en toda la calle Toledo (la comitiva partía de la ermita de la Virgen del Carmen) no cupiera ni un alfiler.
En la ofrenda se advirtió una de las novedades notables que ha establecido la nueva junta de Gobierno de la cofradía. Las flores no se acumulaban a los pies del trono. Eran depositadas en columnas diseñadas expresamente para la ocasión. Hasta cuatro se llenaron por completo. Eso sin contar la infinidad de cestas depositadas por cofradías y asociaciones ante el altar. Ahí además se había habilitado un espacio para los coros.
Parece exagerado hablar de tanta participación ante lo que ha de venir. Cualquier cifra se empequeñece con la jornada del domingo. Desde “la bajada”, que cada vez cuenta con más seguidores que señalan este momento como el más emotivo, hasta el estallido de Los Cortijuelos. Cuatro siglos de fervor en este rinconcito de Rute donde empezó esta historia.
La romería de la mañana contó este año con la presencia de las cofradías filiales de Baena, El Carpio, Málaga y Martos, y la cofradía matriz de Andújar. Pero sobre todo estaba la gente, la que grita sin desfallecer “guapa, guapa, guapa, y bonita la Morenita”. No exageran al cantar “Viva la Reina de Rute”. El trono de la devoción corresponde a la Virgen de la Cabeza, por derecho propio y de los miles de fieles que confirman el apego a esta tradición.
Tras la explosión de fervor y la romería de la mañana, la cascada de novedades aguardaba para la noche. Es habitual el aire solemne, con presencia de autoridades incluida. Pero la nueva junta de Gobierno ha apostado por cambios profundos en la puesta en escena. Los costaleros marcharon con el llamado “paso sevillano”. Para ello un jefe de trono cordobés los había instruido durante casi dos meses. La incorporación más llamativa, en cambio, eran los ciriales que acompañaban a la comitiva: dos con la cruz parroquial y seis delante del trono. Eran portados por un grupo de acólitos, además de un pertiguero.
Junto a estas novedades, una visible ausencia: la de los representantes del clero dentro del cortejo. A ninguno de los presentes se le pasó por alto. Desde la cofradía se ha apuntado que el conciliario Pablo Calvo se hallaba enfermo, aunque ambas partes han declinado profundizar en el tema.
Es muy probable que ningún cambio esté exento de polémica, que siempre cuente con seguidores y detractores. Los que ha introducido la cofradía tenían suficiente calado para no dejar indiferente a nadie. Más allá de ellos, queda lo incuestionable: el fervor de los devotos a la Morenita. Cada año miles de ellos corroboran en puntos como Los Cortijuelos o el Paseo del Llano que estamos ante un fenómeno sin parangón en Rute.
