Paso de la Morenita por los Cortijuelos (pincha sobre los links del texto para ver más imágenes)
Tras unos días previos en que los termómetros habían alcanzado unos sofocantes valores casi veraniegos, el fresco llegó justo en el momento apropiado para que la Virgen de la Cabeza pudiera en el segundo domingo de mayo hacer sus dos recorridos, mañana y noche, con más esplendor aún por las calles de Rute. Como es habitual desde tiempos inmemoriales, ambos itinerarios quedan muy diferenciados, con un aire mucho más de romería el de por la mañana y un tono más solemne en el de por la noche. Un día antes, había tenido lugar la ofrenda de flores, un evento que cada año también congrega a más multitud, tanto de particulares como de coros de romeros de Rute y venidos de fuera.
En cuanto al recorrido de por la mañana, el momento más emotivo para muchos continúa siendo el paso por los Cortijuelos, la barriada, por aquel entonces una cortijada en las afueras de Rute, donde allá por 1655 un grupo de caleros fundó la cofradía. Pero en realidad este recorrido matinal está lleno de “flashes” que quedan en la retina, para que cada cual elija el que más le emociona. Así, cada año se congrega más gente en la “bajada”, cuando, finalizada la función religiosa, los costaleros descienden a la Morenita del Altar para que inicie su recorrido. Igual sucede cuando se encierra pasadas las tres de la tarde, con el Paseo del Llano rebosando de devotos que al grito de “Morenita, guapa” piden más y más bailes a su Virgen. Respecto al itinerario nocturno, dentro de ese carácter de más solemnidad, también tiene sus momentos para el jolgorio y para que se desaten las pasiones. Un buen ejemplo es la subida por el Cerro, cuando la Virgen de la Cabeza es bailada al son del llamado “Himno grande”, interpretado por la Banda Municipal.
Amplio programa de Festejos
Paralelamente a la celebración de estas fiestas, el Ayuntamiento de Rute, a través de su concejalía de Festejos, había preparado un amplio programa de actos. Así, el viernes 11 el Paseo del Fresno acogió la actuación de la cantante Elsa Ríos, que con su carácter campechano supo meterse en el bolsillo al público asistente. También la Caseta Municipal situada en el Paseo del Fresno sirvió de escenario el sábado 12 para que Raimundo Amador encandilara a los aficionados con su fusión de flamenco y rock.
Pero sin duda la novedad más llamativa de estas Fiestas de Mayo han sido los toros, que volvían a Rute el sábado 12 por todo lo alto, con la celebración de una corrida mixta para rejón y matadores. El rejoneador Antonio Domecq fue el peor parado de la tarde, con un toro que apenas le dijo juego. Domecq le sacó todo el partido que pudo, pero falló en la llamada “suerte suprema”. Mejor le fueron las cosas a Javier Conde, que cortó dos orejas y rabo en el primero, pero falló sobre todo con la espada en el segundo. Sin embargo, el triunfador de la tarde fue el madrileño Uceda Leal, que se llevó dos orejas en el primero y dos orejas y rabo en el segundo, cuajando la mejor faena de toda la corrida. Ambos diestros salieron a hombros de la plaza portátil colocada en el Polideportivo Municipal.
