A última hora de la mañana del domingo se pudo apreciar la cumbre de la sierra cubierta de blanco
Desde hace unos años empieza a ser costumbre que en enero la nieve haga acto de presencia en Rute. Por lo infrecuente que es este fenómeno en nuestra climatología, la imagen siempre resulta llamativa. De momento, las precipitaciones caídas a lo largo del domingo 23 (1,9 litros) no llegaron a cuajar en el casco urbano. Se prolongaron hasta última hora de la mañana, pero ni el tamaño de los copos ni su intensidad fueron suficientes para que se formara el manto blanco que tanto llama la atención. Sí llegó a cuajar, en cambio, en la cumbre de la Sierra de Rute. Sin embargo, no se pudo apreciar hasta aproximadamente la una de la tarde. Hasta esa hora, las mismas nubes tapaban la visión de la sierra.
La primera nevada que deja en Rute el recién estrenado año es consecuencia de la ola de frío que sufre buena parte del país. Sin llegar a extremos como los del norte, con 12 y 14 grados bajo cero en algunos puntos de Aragón y Castilla-León, el frío se ha dejado sentir en nuestro municipio durante el fin de semana. El observatorio de Victoria Marín, colaboradora de Radio Rute, registraba una mínima de 1 grado en la jornada del domingo. Peor aún ha sido lo que se conoce como “sensación térmica”, acentuada por el fuerte viento de los dos últimos días. En la madrugada del domingo al lunes, esa sensación térmica se ha llegado a situar en 2,3 grados negativos.
Si esta vez la nieve no ha llegado a cuajar en el casco urbano, en los últimos años sí se ha repetido de forma esporádica este episodio tan inusual en nuestra tierra. Sucedió en 2010 y en 2009, aunque la nevada más espectacular en tiempos recientes tuvo lugar el 30 de enero de 2006. Entonces prácticamente todo Rute quedó cubierto de blanco. Para recordar otras nevadas cuantiosas hay que remontarse a 1987. En enero de ese año hasta se suspendieron las clases ante la imposibilidad de que el transporte pudiera traer a los escolares de las aldeas y pueblos cercanos.
