Rafael Sánchez se impuso en la “canicross” con su perro gorila, mientras que Antonio Manjón ganó con solvencia la prueba reina
Correr está de moda. Si hay un deporte en auge, ése es el “running”, o la carrera de toda la vida, sin recurrir al anglicismo. Cada fin de semana se solapan en el calendario pruebas para todos los gustos, perfiles y capacidades. Incluso van surgiendo nuevas modalidades. Para ser precisos van adquiriendo seguidores modalidades que hasta hace poco eran casi inéditas. Hay que tener en cuenta ese contexto para entender la razón de ser de la Cross de San Valentín, en Zambra. Ese calendario tan saturado de carreras la ha pospuesto justo una semana respecto a la celebración del “día de los enamorados”. Y en lugar de correrse el 14 de febrero se trasladó a la mañana del domingo 21. Aun así, seguía habiendo fechas anotadas para muchos corredores. Así, cuatro integrantes del Club Atletismo Rute estaban a la misma hora corriendo la maratón de Sevilla. En Zambra, mientras, tras la buena acogida que tuvo el año pasado la iniciativa, se optó por enriquecer la oferta. Con lo que no se contaba era con la presencia de la lluvia en la jornada del sábado. Eso hizo que la ruta senderista que se había programado se suspendiera. Después, aunque el domingo no llovió, el terrero por el que discurre la prueba estaba embarrado en varios tramos.
Lo tuvieron que completar los atletas de las categorías adultas y los que participaban en la modalidad que se ha presentado como novedad este año: la “canicross”. Consiste en que cada corredor lleva además un perro. Según explicaba el ganador, el montillano Rafael Sánchez, este tipo de carreras están muy extendidas por el norte. En Andalucía han empezado a crear afición en los últimos años. La diferencia con la carrera convencional es tal que Sánchez asegura que es el animal el que marca el ritmo. Con el suyo, “Gorila”, lleva más de un año participando en pruebas de este tipo por toda nuestra comunidad autónoma. En la prueba reina debutó con victoria el lucentino Antonio Manjón. Ya había estado el año pasado la carrera de montaña “Villa de Rute”. Pese a que la distancia de esta cross es mucho menor, “apenas” 6,2 kilómetros, coincide con los participantes en que es muy exigente, con una salida muy dura. Como ocurriera en su anterior visita a nuestro pueblo, Manjón rompió desde primera hora y llegó como vencedor destacado a la línea de meta.
Respecto a la participación local, fue más bien testimonial. En la “canicross” sólo estuvo Raúl Aroca, con su “Argán”. A diferencia del ganador, era la primera carrera de este tipo que hacía, aunque él y el perro sí han corrido juntos algunos parajes de nuestro término. En cuanto a la prueba reina, estuvo Vicente García, que ironizaba sobre el hecho de que era otra forma de hacer un guiño a San Valentín, al haber corrido junto a su pareja. Según dijo, al calendario saturado hay que sumar que la dureza de esta carrera impide que sirva de preparación para otras. Por ejemplo, nadie que acuda a la semana siguiente a la media maratón de Puente Genil podía estar en Zambra y competir luego con garantías.
La anécdota principal de esta cita es que hay un premio al mejor disfraz de Cupido. Si bien ha habido más gente que se ha animado, todavía son muy pocos los que corren con un traje de alas y flechas. Por lo demás, sumando las diferentes pruebas y categorías, esta segunda edición ha contado con un centenar de participantes. Para Diego de la Fuente, de Surco-Aventura, como organizadores de la carrera, hay que tener en cuenta que la prueba reina de había dividido entre los corredores convencionales y los de la canicross. Lo importante, asegura, es que se mantenga y poco a poco se vaya haciendo un hueco en el calendario. En su opinión, esta carrera no está concebida para hacer grandes marcas ni para competir con citas exigentes, sino para que los corredores disfruten y por un día se diviertan practicando deporte.
