La Coral Polifónica Bel Canto felicita las fiestas al pueblo de Rute a ritmo de villancicos

  • Su tradicional Concierto Extraordinario de Navidad, junto a la Orquesta de Aguilar, ha supuesto el ingreso de las “voces blancas” de Genoveva Rodríguez y Clara Alarquero

Como es costumbre desde hace 22 años, la Coral Polifónica Bel Canto tiene su propia forma de felicitar la Navidad al pueblo de Rute. Desde que presentaran en sociedad en diciembre de 2001, han convertido este Concierto Extraordinario en una seña de identidad. Tan cierto como que no son sólo una coral de villancicos, como reivindican, es el hecho de que esta actuación, que cuenta con el patrocinio del área de Cultura del Ayuntamiento, es de las más emblemáticas. En buena parte se debe a que fue la que dio a conocer a la formación, y también a que nunca han fallado, con la excepción lógica del año de la pandemia.

Con ese bagaje y a la vez el deseo de reinventarse en su repertorio, en cada edición miman de manera especial este concierto que se celebra siempre en la antesala de la Nochebuena. En esta ocasión fue en la víspera, el sábado 23 por la noche, en la parroquia de Santa Catalina. Para ello, contaron con el refuerzo de la Coral del Centro Filarmónico de Aguilar de la Frontera y el acompañamiento de la Orquesta de Plectro Camerata Ipagro, también de Aguilar. No sólo les unen muchos años de caminos paralelos. Además, comparten director en la persona de Miguel Arjona, si bien en el caso de la coral ruteña cuenta con José María Molina, presidente de la asociación paralela, como respaldo esencial.

  • Buena parte del repertorio eran villancicos de Sebastián Valero, como una forma de reivindicar la calidad de los autores de la tierra

Siguiendo el patrón habitual, el concierto se dividió en dos partes. En la primera, la coral actuó con el único acompañamiento de José Antonio Quiles al piano. En la segunda se incorporó la orquesta, que, a modo de transición, había interpretado “A orillas del Danubio Azul”, de Johann Strauss. No era la única diferencia entre las dos mitades del repertorio. En la primera se abrió a villancicos y autores de otras latitudes, como “Despierta, Bato”, del italiano Ignacio de Jerusalem, “A la medianoche”, del estadounidense Richard Storrs Willis, o le popular alemán “Oh, luz de Dios”. En esa tónica de rescatar villancicos de tradición popular no faltaron los andaluces (“Fuentecilla que corres”) o de origen castellano (“Ya viene la vieja”).

Este tramo inicial se completó con la “Nana al Mesías”, de Sebastián Valero, con María Aurora Caballero y Verónica Molina como solistas. Este compositor protagonizó la segunda parte del repertorio casi al completo, con la excepción del popurrí final. Si bien nació en la localidad jienense de Huelma, Valero se desarrolló como músico en Córdoba y Miguel Arjona siempre ha reivindicado la calidad de los autores de nuestra tierra. Hasta cinco se pudieron escuchar en este concierto. Aparte del mencionado, en “Cinco niñas de la mano” Aurora Caballero repitió como solista junto a Antonia García. Después, “Niño” y “Vamos a adorarle” supusieron el debut con la coral de las pequeñas Clara Alarquero y Genoveva Rodríguez.

Estas dos “voces blancas” no sólo se ensamblaron con el resto de la formación. Su presencia supone al mismo tiempo una inyección de savia nueva para abrir paso a un posible relevo generacional. De la mano de Verónica Molina, que las educa en técnica vocal, se espera el relanzamiento de ese coro infantil que funcionó hace unos años y del que ya formó parte Genoveva. De momento, ellas dos y el resto de la coral han felicitado la Navidad al pueblo de Rute como mejor saben, con una armonía vocal que sigue funcionando con precisión de reloj.

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