El director asegura que el Kiosco de la Música, en el Paseo del Fresno, ofrece una calidad acústica impresionante
Una cita habitual en Rute, dentro de los veranos culturales de la villa, es el ciclo de conciertos estivales de la Banda Municipal de Música. Por lo general, suelen comenzar tras la procesión del Corpus Christi y se prolongan hasta el traslado de la Virgen del Carmen. Durante aproximadamente un mes y medio, cada domingo, a las nueve y media de la noche, el público disfruta de la música en vivo, al aire libre, en espacios abiertos y con un contenido “fresco y agradable al oído”. Así define Miguel Herrero, director de la banda, el repertorio tipo que se busca para estos conciertos. Tradicionalmente, en este ciclo se sucedían el Paseo Francisco Salto y el Paseo del Fresno. Pero desde hace unos años se han añadido otros escenarios, siempre al aire libre. Así, esta temporada arrancaba en San Pedro, dentro de la verbena que organiza la hermandad del Abuelito. En otra verbena, la de la archicofradía de Nuestra Señora del Carmen, está previsto que toque la banda el tercer domingo de julio, en la calle Toledo.
Justo por ese motivo, para “cuadrar” el reparto, se ha roto en parte la alternancia que sí se mantiene normalmente entre el Barrio Alto y el Barrio Bajo. Así, el Kiosco de la Música, en el Fresno, acoge de forma consecutiva dos actuaciones, la del día 6 y la del 13 de julio. Herrero ha vuelto a subrayar las condiciones inmejorables del entorno. Sin desmerecer el resto de lugares de Rute, no se puede olvidar que los kioscos están especialmente acondicionados para la música en vivo. También ha lamentado y condenado de nuevo los actos vandálicos que han originado la rotura de los cristales “carísimos” que lo rodean y que actúan como “reflectores del sonido”. Algunos se han podido sustituir, pero cuesta reemplazarlos continuamente. Aun así, asegura que el sonido sigue siendo buenísimo.
En cuanto al repertorio, se reitera en la idea de que siempre se busca una complicidad para que la gente disfrute y se olvide del calor con la música. Por lo general, se basa en una selección de zarzuelas, un vals, algo de copla y alguna obertura. Asimismo, se suele comenzar y terminar con un pasodoble. Este esquema se repite cada semana, por supuesto renovando el repertorio de un concierto a otro. El contenido exacto de cada concierto se actualiza en la página web de la banda. Sin embargo, hasta última hora no se decide qué se va a tocar cada domingo. Según ha explicado el director, a pesar de que cuenta con “una plantilla amplia, haciendo un símil futbolístico, siempre puede causar baja algún instrumento por motivos laborales, personales o por vacaciones. Para no seleccionar un repertorio donde tenga protagonismo algún solista que pueda estar ausente, prefiere asegurarse primero de qué miembros van a estar disponibles.….,,,,,,,,
