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Este concierto extraordinario ha sustituido la falta de la procesión del 15 de agosto y la ausencia de Fiestas Patronales motivada por la crisis sanitaria
El 14 y el 15 de agosto son tradicionalmente fechas señaladas en Rute. El 15 es el día grande de las Fiestas Patronales. Antes, la noche del 14 trae el pregón en honor a la Virgen del Carmen y la coronación de su carmelitana mayor. El preámbulo de este doble acto lo marca el recorrido del cortejo hasta Santa Catalina, que en los últimos tiempos incluía la ofrenda de nardos a la Virgen. Nada de eso se ha podido vivir este año. No es de extrañar que la archicofradía decidiera no hablar de Fiestas Patronales, con la ausencia de estos actos tan señalados. Ni siquiera la ofrenda de nardos fue tal, sino una entrega sin cortejo y dispersa, a lo largo de la mañana y la tarde del 14.
La mañana del 15, sin procesión, se retrasó la función religiosa, que contó con la intervención de la Coral Polifónica Bel Canto y los Hermanos de la Aurora. Por la noche, a las nueve, hora de salida de la procesión, la Virgen del Carmen seguía en Santa Catalina, con las puertas abiertas, mientras la Banda Municipal se había situado en la plaza que lleva su nombre. Allí interpretó los himnos y marchas que a lo largo del tiempo se han compuesto en su honor.
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Fue un repertorio de ocho piezas que comenzó con “Coronación del Carmen”, de Daniel Albarrán. Siguió “Reina entre olivares”, de Antonio González, para dar paso a “Stella Maris”, de José Antonio Sánchez, compuesto con motivo de la Coronación Canónica. Las dos siguientes piezas fueron los dos himnos de acento local creados para tal evento histórico: el de Miguel Herrero, con letra de la actual presidenta, Ana Burguillos, y el del propio Antonio González. En la recta final sonaron la “Salve Marinera”, de Cristóbal Oudrid y Luis de Eguilaz, y el “Himno a Nuestra Señora del Carmen”, con música de Ramón Medina y letra de Pemán. El colofón lo puso el pasodoble “Reina y Señora”, compuesto por Francisco López y adaptado para la banda por Miguel Herrero.
Tras este concierto tan especial, al igual que el 4 de julio, en la madrugada del 15 al 16 de agosto, y de forma muy discreta, la Virgen fue llevada de vuelta a su santuario en la calle Toledo. Lo hizo también con un cortejo sencillo y portada sobre parihuelas. Culminó así un programa distinto, pero que, por eso mismo, como apuntó la presidenta, quedará en la memoria del pueblo de Rute, sin duda cargado de más emotividad si cabe.
Final de los Veranos Culturales
El concierto de la banda supuso a su vez la clausura de los Veranos Culturales de la Villa. Dos noches antes habían tenido su penúltima entrega con la zarzuela, que volvía a Rute. Lo ha hecho una vez más de manos de la compañía de Teatro Lírico Andaluz, que ponía en escena “El barbero de Sevilla”. Se trata de una de las zarzuelas más populares, con libreto de Guillermo Perrín y Vico y Miguel de Palacios. Como en ocasiones anteriores, la obra se representó en el patio del colegio Ruperto Fernández Tenllado.
