Rute vive una devoción carmelitana distinta en este agosto atípico

  • La novena, el rosario de la aurora, la entrega de nardos y el concierto con los himnos a la Virgen del Carmen suplen la ausencia de unas Fiestas Patronales al uso

La Virgen del Carmen preside así en su novena el altar Santa Catalina (Foto: Grupo joven Iuventus Carmeli)

Ana Burguillos se muestra convencida de que agosto se vivirá con más emotividad en torno a la Virgen del Carmen

Agosto es sinónimo en Rute de los momentos más intensos de las Fiestas Patronales. Este año no se celebran como tales, hasta el punto de que la archicofradía ha hablado en todo momento de cultos y actos en honor a la Virgen del Carmen. Sin embargo, el programa de estas semanas es igualmente amplio. De hecho, la presidenta de la archicofradía, Ana Burguillos, asegura que a nivel interno hay incluso más trabajo que en otras ocasiones, puesto que habitualmente hay unas líneas maestras previamente trazadas. Ahora, en cambio, aunque se ha intentado adelantar todo lo posible, confiesa que siempre queda un espacio inevitable para la improvisación. Depende de lo que en el día a día vayan marcando las circunstancias.

Un ejemplo claro de hasta qué punto ha sido difícil planificar se ha dado en la novena. No se ha podido contactar con antelación suficiente con un posible predicador, que, como recuerda Burguillos, con frecuencia “suele ser un carmelita”. Por ello, como figura fija está el consiliario de la archicofradía, el párroco de Santa Catalina José Gregorio Martínez. Además de él, se contará con la presencia de otros sacerdotes en función de su disponibilidad.

Aunque se ha movido un día por la ausencia de pregón en la noche del 14 de agosto, la novena no cambia su hora, las nueve de la noche, ni el hecho de que cada día cuente con la intervención de colectivos como representantes de otras hermandades y cofradías, los hermanos de varal o los de la aurora. Éstos tendrán también un papel importante en el rosario de la aurora del día 9. El siguiente acto previsto en el programa es la entrega de nardos a la Patrona, el día 14. Se ha llamado así y no ofrenda “para que nadie se lleve a engaño”. Así, no habrá un recorrido por la calle con cortejo, como otros años, sino que las puertas de Santa Catalina estarán abiertas de diez de la mañana a dos de la tarde, y de seis a ocho y media, para quien quiera llevar esos nardos a la Virgen.

Ya el día 15, por la mañana, la función religiosa se retrasa una hora, hasta las doce del mediodía. Contará con la intervención de la Coral Polifónica Bel Canto y a su término con los Hermanos de la Aurora. Por la noche, a las nueve, a la hora en que la Patrona debería asomar al dintel de Santa Catalina, junto a la parroquia la Banda Municipal ofrecerá un concierto con los himnos dedicados a la Virgen. La presidenta es consciente de que es un año muy particular, pero precisamente por ello se vivirá de forma distinta, “probablemente con mayor emotividad”.

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