Las nuevas ropas de los reyes culmina la restauración de los gigantes y cabezudos de Rute

  • Se trata de unas figuras adquiridas a finales de los años 70 que continuaban una tradición que en Rute está fechada desde 1915

Dolores López se ha encargado de coser los trajes nuevos de los reyes

Culmina la restauración de los cabezudos con la nueva ropa de los gigantes

A principios de 2017, las áreas de Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de Rute auspiciaron un proyecto de restauración de los gigantes y cabezudos. Con tres décadas de antigüedad, estas figuras, que han hecho disfrutar a varias generaciones en los pasacalles de los que formaban parte, estaban muy deterioradas. Para ello, la concejala Ana Lazo, responsable de ambas delegaciones, programó un taller que estuvo coordinado por Miguel Ángel Borrego y Ángela Rojas, licenciados en Bellas Artes y especialistas en restauración. Los trabajos concluyeron en agosto de ese año y los resultados se pudieron ver en la calle el día 15 y durante la Feria Real.

Ahora se acaba de dar el último paso que quedaba para culminar ese proceso de restauración. Ha consistido en las nuevas ropas para el rey y la reina. Como recuerda Ana Lazo, los gigantes y cabezudos son figuras que forman parte de nuestra tradición. Se calcula que empezaron a formar parte de los pasacalles a mediados del siglo XVIII. En Rute, hay constancia de que salen de forma ininterrumpida desde 1915. Los actuales se adquirieron a finales de los años 70.

A diferencia de los cabezudos, que sólo tienen la cabeza de cartón piedra, los gigantes, el rey y la reina, tiene una estructura o cuerpo interior de más de tres metros de altura. La antigua era de madera y se ha cambiado por acero, que perdura más y es más fácil de llevar. Pese a que este año no pasearán por las calles de Rute, Ana Lazo confía en que en el futuro puedan volver a verse en sus tres citas habituales: el 15 de agosto por la mañana, la Feria Real y la Feria de Mayo.

La tarea de coser la ropa nueva ha corrido por cuenta de la costurera Dolores Pérez a lo largo de más de tres meses. Según ha apuntado, se han hecho nuevos porque era muy difícil con esas dimensiones restaurar la tela original. Para ello, se han utilizado telas especiales y, aunque conservan la esencia de los anteriores, tienen a su vez un toque distinto, con tonos “más suaves”, la reina en dorado y el rey en azul claro. Según ha apuntado, ha procurado inspirarse en la indumentaria que solían lucir los monarcas dieciochescos, “con un aire rococó”.

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