A pesar de cambiar el lugar de celebración, la gente respondió de nuevo a la convocatoria de la banda
Adelantándose a la onomástica del 22 de noviembre de la patrona de la música, la Banda Municipal de Rute ofrecía el sábado 20 su Concierto Extraordinario de Santa Cecilia, una cita de referencia en los ciclos musicales de otoño. Lo más relevante de la presente edición estuvo en que el repertorio era totalmente novedoso. Arrancó con dos platos fuertes, sendas selecciones de Mozart y Verdi. A continuación se dio paso a una obra reciente, pero que se ha convertido en un pequeño clásico entre los aficionados: la banda sonora de la película “Los chicos del coro”. El programa se completó con las interpretaciones de “Baguira”, “Un día en el circo” y “La tuna pasa”. Estas piezas tuvieron como ingrediente añadido la incorporación de una narradora. Inmaculada Ramírez se encargaba de introducir los diferentes movimientos de cada una.
El director Miguel Herrero explicó que “La tuna pasa” es una composición de la primera mitad del siglo pasado a la que le tienen “mucho cariño”. Se ha tocado en otras ocasiones, “pero la mayoría de ellas de oído”. Finalmente, encontraron un arreglo “con las armonías y los contrapuntos”, y no dudaron en adaptarlo a las características y los componentes de la propia banda. Un esfuerzo de arreglo similar ha habido que hacer con “Los chicos del coro”. Había que trasladar el protagonismo de las voces en la música original a los instrumentos. Ese arreglo lo tomaron del director de la Banda de Águilas (Murcia), quien ya estuvo en Rute. Tenía la partitura colgada en Internet y Herrero cree que es un trabajo “bastante conseguido”.
Previamente al concierto, había tenido lugar un pasacalles, cuyo recorrido hubo que acortar por las inclemencias del tiempo. Donde no hubo ningún problema fue en el Edificio Juvenil Ludoteca de Rute. El cambio de planes sobre el recinto inicialmente previsto, la iglesia de San Francisco, no supuso el menor obstáculo para que el público respondiera con creces. En este sentido, Magdalena Baena, responsable de la concejalía de Cultura, organizadora del concierto, reseñó que a la gente siempre le gusta ver a la banda, “pero sobre todo el día de su patrona se suman todos los familiares, amigos de los músicos y mucho público que sigue sus conciertos”. No faltará la presencia de la Banda Municipal a lo largo de la Navidad, pero este evento estaba al margen de esas citas. Según Baena, se decidió “en parte” por eso celebrarlo en el edificio juvenil “y no tener que cambiar la programación para adaptarla al recinto”.
La concejala aprovechó la presentación para recordar la notable trayectoria de la banda. Baena repasó los orígenes, los lugares donde ha estado actuando y los reconocimientos recibidos, entre ellos el premio “Villa de Rute” en 2005. Pero también quiso mencionar momentos menos agradables para todos, como el tsunami del Océano Índico, a finales de 2004, o más recientemente el terremoto de Haití, en enero de este año. En ambos casos se solicitó su colaboración para fines benéficos “y la banda de Rute fue la primera en apoyar estas causas”.
