El mediapunta del Rute Calidad infantil Jesús Unquiles realiza una prueba con el Real Madrid

Jesús Unquiles (último del combinado de azul) marcó dos goles y dio cuatro asistencias

Jesús Unquiles (último del combinado de azul) marcó dos goles y dio cuatro asistencias

El partido que disputaba el equipo infantil del Rute Calidad el pasado domingo, 21 de noviembre, no contó con uno de sus jugadores más importantes, Jesús Unquiles. El mediapunta se hallaba a esas horas en Madrid. Concretamente, se había trasladado con su familia hasta Valdebebas, la ciudad deportiva del Real Madrid que tantas ha visto en televisión. En esta ocasión iba él en persona, a realizar una prueba para el equipo del que se confiesa seguidor “hasta la médula”. Su presencia en las secciones inferiores del club “merengue” se fraguó un año antes. Su hermano mayor, José María, rellenó la solicitud disponible en la página web madridista, y no ha sido hasta ahora cuando ha recibido la llamada. La demora da una idea de cuántos niños pueden repetir el proceso, por no hablar de los ojeadores que clubes de la envergadura del Madrid o el Barcelona pueden tener repartidos por todo el país.

Para que la prueba se llevara a cabo, el Real Madrid requería la autorización escrita del club de procedencia, es decir, el Rute Calidad. Con ella en la mano y una vez en Valdebebas, Jesús se reunió con los que iban a ser sus compañeros por un día. Recibieron una pequeña charla táctica y a continuación se dispusieron a jugar el partido que iba a suponer un examen para todos ellos. El ruteño disputó la primera parte fuera de su sitio habitual. No hubo tanto problema en jugar pegado a la banda izquierda, ya que es zurdo, como en el hecho de retrasar su posición hasta la defensa, en el lateral. Ya en el segundo tiempo pudo jugar en su puesto natural, aunque con libertad de movimientos para escorarse a la izquierda.

De un modo u otro, su actuación no debió de pasar desapercibida para los ojeadores. Jesús jugó con el combinado azul (la segunda equipación del Madrid), que se acabó imponiendo al blanco por 8-2. El ruteño marcó dos de los goles de su equipo y además dio el pase en otros cuatro. No le afectó el hecho de jugar con gente que no se conocía de nada. Para pedir el balón tenían que dar una voz o llamar al compañero por el número. Tampoco mermaron su rendimiento los nervios propios de la situación. Con todo, él se había mentalizado de que era “un partido corriente y a ver qué pasaba”. Pero era casi inevitable que estuvieran tensos los jugadores y sus padres. Así lo asegura el suyo, José María, que confirma que en la grada todo el mundo estaba igual.

Ahora están a la espera de que el Real Madrid publique en el mismo complejo de Valdebebas y en las puertas 44 y 55 del Santiago Bernabéu la lista con los que han pasado esta criba. Más allá de la perspectiva local, Jesús no es más que uno de los miles de niños que anualmente se presentan a pruebas similares para el fútbol de élite. Su padre no pierde de vista que lo que ha hecho “y lo que ha disfrutado allí quizás no lo haga más”. Él mismo reconoce que la experiencia ha merecido la pena, “pase lo que pase”. Puestos a soñar, si esa llamada llegara, él no duda que se apuntaría, porque lo que tiene siempre en mente es “el fútbol y los estudios”. Los padres aún no han tomado una decisión, al no haber de momento nada. Por eso, José María deja caer que “se estudiaría”.

No sólo sería gratificante para él y su familia. Juan Félix Montes, presidente del Rute Calidad, se suma al orgullo que supondría que un chaval formado en el club diera el salto a las categorías inferiores de un grande. Como presidente y aficionado, “duele” que un chico se vaya del equipo, pero el interés que están despertando los ruteños en la provincia, y ya fuera de ella, indica que se está realizando un importante trabajo de cantera. El caso de Jesús no es algo puntual. Quisco Rovira, compañero en infantiles, ha sido llamado por el Séneca de la capital, y otros cuatro alevines han sido convocados para la selección provincial.

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