La asamblea del Hogar del Pensionista de Rute deriva en una batalla de insultos y acusaciones entre los dos últimos presidentes

 El presidente y su antecesor llegaron al enfrentamiento personal

El presidente y su antecesor llegaron al enfrentamiento personal

“¡Qué vergüenza!”. Era la expresión más repetida por los socios del Hogar del Pensionista de Rute que asistieron a la asamblea ordinaria celebrada este miércoles, 21 de marzo, conforme iban abandonando la sala, abochornados ante el espectáculo que vivieron. Las descalificaciones fueron una constante entre los dos últimos presidentes de la directiva, el actual, José Mangas, y su predecesor, Ernesto Hernández. La reunión se preveía caldeada, y así se ratificó desde el mismo inicio, cuando Hernández reclamó que el primer punto del orden del día debía ser la lectura del acta de la sesión anterior, es decir, la celebrada el 24 de octubre, en la que Mangas fue nombrado presidente. Como réplica, su sucesor, al grito de “usted se calla”, le recordó que no había tenido “la educación ni la dignidad” de firmar dicha acta.

Aunque había más puntos en el orden del día, como el programa de actividades llevadas a cabo o las subvenciones solicitadas, que se prevé lleguen a partir de abril o mayo, el punto más polémico lo focalizó el estado de cuentas, donde se desató la tensión acumulada. La actual directiva había hecho acopio de buena parte de los “papelitos sin justificar” relativos a la gestión de sus antecesores, que, en palabras de Mangas, habían gastado el dinero “a corre cuitas como se pudo, para dejarnos en blanco”. Así, según sus datos, cuando tomaron posesión disponían de sólo 85 euros, frente a los aproximadamente 300 que tienen ahora. En este sentido, y ahí está la raíz del enfrentamiento tan encarnizado que mantienen ambos socios, las principales discrepancias vienen de que, para Hernández, la asociación de mayores está “exenta de declarar nada”, algo que, según Mangas, no es cierto, y tan sólo se está exento “de algunas cosas”, hasta el punto de que no disponían de facturas para entregar en el Ayuntamiento de Rute de cara a solicitar las subvenciones para este año.

De hecho, Mangas evitó en todo momento pronunciar la palabra “ladrón” para referirse a Hernández, aunque sí dejó en el aire la idea de que los miembros de la anterior directiva se habían apropiado de cosas, “llevándoselas por la puerta de arriba”. El aludido aseguró que jamás se ha llevado nada, salvo lo que haya pagado de su bolsillo, aunque Mangas sostiene que debía haber actuado “como un hombre de empresa, y no llevar esto como si fuera su cortijo”, advirtiendo que si en el hogar no han desaparecido más cosas “ha sido porque Dios no ha querido”. En este punto, Ernesto Hernández retó a su rival a que afirmara si él se había llevado algo, a lo que el presidente respondió que se había hecho “bajo su consentimiento”.

A estas alturas de la sesión, el debate había desembocado por completo en el enfrentamiento personal, de modo que Mangas insistió en que su antecesor se había movido por el hogar de Rute “a sus anchas, mandando a la gente como le ha dado la gana”, señalando que los socios del hogar son “democráticos”. El rifirrafe que vino a continuación dejó a las claras hasta qué punto ambas personas habían perdido los papeles. Hernández ironizó sobre ese carácter “democrático” que había llevado a Mangas a ser presidente “sin votación”. Éste, ya casi iracundo, acusó a su oponente de mentir “más que un cosaco”. Casi a renglón seguido, este enfrentamiento personal se trasladó a cuestiones políticas. Los argumentos de Hernández y sus intervenciones en la asamblea fueron tomados por el actual presidente como un intento de hacer campaña, ante la inclusión de aquél en una lista electoral: “Si usted quiere montar un mitin, lo hace en la calle pero aquí no, porque no nos da la gana”, le espetó.

Cuando parecía que la asamblea iba a acabar como el rosario de la aurora, la situación dio una vuelta más de tuerca y cuando los socios ya abandonaban el salón de actos los dos contendientes estuvieron a punto de llegar a las manos, aunque fueron separados a tiempo. Minutos después, con los ánimos algo más calmados ya, Mangas pidió perdón por todas las salidas de tono que se habían vivido, algo que según él mismo no beneficia a nadie, y aseguró que tan sólo se había revuelto para responder verbalmente a Hernández, “nunca con intención de agredir”. Asimismo, reiteró el carácter democrático de su elección, “pero este hombre intentó incluso manipular la votación”. Por su parte, el anterior presidente declinó hacer más declaraciones a Radio Rute, explicando que lo que tenía que decir lo había hecho “en la asamblea, para que se entere todo el mundo”.

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