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El artista ruteño ha participado en esta muestra de arte contemporáneo con cuatro cuadros pertenecientes a dos de sus colecciones
Lo que comenzó siendo un entretenimiento y una vuelta a las aficiones y gustos de su adolescencia se está convirtiendo para el ruteño Kisco Aroca en otra forma de expresarse. Estamos ante un maestro de formación y vocacional, que ejerce de locutor de Radio Rute desde hace dieseis años. Ahora ha sentido la necesidad de comunicar a través de las artes plásticas. Hace un par de años, durante el periodo del confinamiento de la pandemia, retomó su afición por la pintura y comenzó a urdir su obra.
- Aroca siente la necesidad de expresarse y comunicarse a través de las artes plásticas
Desde entonces ha participado en varias exposiciones dentro del panorama andaluz y de la mano de la Galería Excellence Art Galery. En esta ocasión, junto a ocho artistas españoles, ha estado en la Feria de Arte Contemporáneo Art3F de París, que se ha celebrado en el recinto de la Expo Porte de Versailles, del 27 al 29 de enero. El artista local ha acudido a la cita con cuatro de sus obras.
Tres de estas ellas pertenecen a su serie “Oniria”, en clara alusión al mundo onírico o de los sueños. Para Aroca, son pinturas que nacen de la necesidad de encontrarse consigo mismo y descargar la mente. Los trazos surgen como la práctica de un ejercicio relajante y en contacto con objetos que a él le resultan cotidianos, como los pinceles. El artista apuesta por pinturas de tonos pasteles que se entremezclan con colores vivos y sumergen el mundo que nos rodea y el de los sueños.
Con la cuarta obra aportada a la galería de París, y extraída de su colección “Oasis”, Kisco Aroca transita por arenas blancas o desiertos en los que se ve brotar el agua o surge la vegetación. Son cuadros con un marcado sello personal, reconocibles, con formatos, tamaños y cromáticas diferentes, elaborados con pintura ecológica, tintas alcohólicas, texturizante, spray y acrílico sobre lienzo.
También hay que resaltar las distintas miradas que ofrece cada cuadro, dependiendo de cómo penetre la luz. Por tanto, Kisco Aroca ofrece una obra abstracta, llena de coloridos y texturas, e inspirada en buena parte en la Subbética Cordobesa, el sol, la buena gente y la alegría que le trasmite el sur. Según el propio autor, son aspectos que influyen en su obra a la hora de crear. Por eso, para él recuperar esa afición perdida ha significado centrarse en el ahora, y lo ha experimentado como una forma personal de crecer.
