El Pantano de Iznájar sigue duplicando su nivel respecto al año pasado

  • Pese a la escasez de precipitaciones en un diciembre seco y cálido, los registros de octubre y noviembre han evitado las alarmas sobre un riesgo de sequía

Vista aérea del Pantano de Iznájar a la altura de la presa (Foto: Sebastián Roldán)

La escasez de precipitaciones del cambio de año aún no ha incidido en los niveles del Pantano de Iznájar. El “Lago de Andalucía” continúa “viviendo de las rentas” de un otoño copioso en precipitaciones. Gracias al agua caída en octubre y noviembre, mantiene niveles superiores a los del ejercicio anterior por estas fechas. De hecho, en la última semana de diciembre ha aumentado con seis hectómetros cúbicos en un 0,61% su nivel. De esta forma, ha cerrado 2018 con 540 hectómetros cúbicos, un 55,05% de su capacidad. La cifra duplica a la de finales de 2017, cuando el apenas contenía 267 hectómetros (27,22%). En cambio, como detalla el portal Embalses.net, sigue distando de la media de los últimos diez años que ronda el 60%. A pesar de esos cinco puntos de déficit, la situación permite cierto margen para no hablar de sequía.

Tampoco han saltado aún las alarmas con el balance del año agrícola, que cuenta desde el 1 de septiembre. Pese a que desde el 19 de diciembre no ha llovido en Rute, y aunque el mes se cerró con apenas 15,3 litros, ya han caído 228,1. A estas alturas del período 2017-2018 la cifra era de 232,7 litros. Sin embargo, el balance ha discurrido de distinta forma. Los meses de septiembre y octubre de 2017 fueron muy secos. Sólo a partir de noviembre se empezó a repuntar para asistir después, desde finales de febrero y durante todo abril, a uno de los intervalos de lluvias más abundantes que se recuerdan.

Ahora ha ocurrido casi al revés. Octubre, con 85,6 litros, y sobre todo noviembre, con 105,7, están “salvando la temporada”. Tras esos dos meses, que hacían albergar buenas perspectivas, diciembre ha sido seco y caluroso para lo habitual en Rute. Así, según la información que recoge Antonio Navajas para la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y que refleja José Gómez en su blog, en base a esos datos, se ha producido una anomalía térmica positiva de 2,51 grados respecto al período de referencia (1981-2010).

Además, ha sido el quinto diciembre más cálido de la serie histórica, desde el comienzo de las mediciones de Aemet en 1972. El día 5 se alcanzó la cuarta máxima más alta de este mes registrada en esa serie, con 24,5 grados. En el conjunto de 2018, curiosamente, la media anual, 16,50 grados, ha sido casi idéntica a la de la serie histórica, 16,47. Como explica Antonio Navajas, la media anual se calcula con la media de las máximas, la de las mínimas y finalmente la media de ambas.

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