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El cambio de tendencia en el régimen pluvial se nota aún más en el Pantano de Iznájar, que dobla su capacidad respecto al mismo período de 2017

A las puertas del regreso de las lluvias, las primeras de diciembre, que han llegado ser intensas en la mañana del jueves 13, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir hacía recientemente balance de los dos primeros meses del año hidrológico. En el ejercicio que arrancó el pasado 1de octubre destacan las importantes precipitaciones que se han contabilizado. Así, entre octubre y noviembre se habían acumulado en la provincia de Córdoba 207 litros por metro cuadrado. La cifra representa un 25% más que la media de estos dos meses en los últimos 25 años, que está en 166 litros.
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El año hidrológico computa desde el primer mes completo del otoño. De ahí que cuente desde el 1 de octubre. La medición tradicional, el llamado año agrícola, está ligada a la cosecha, y abarca desde el 1 de septiembre al 31 de agosto. Es la que se sigue en Rute con los datos oficiales que recopila Antonio Navajas para enviarlos a la Agencia Estatal de Meteorología. Como en el otro patrón, es innegable que las precipitaciones de esta temporada están siendo más copiosas. En el primer trimestre del año agrícola, ascienden a 212,8 litros. El año pasado por estas fechas la cifra era de sólo 132,9 litros, es decir, 79,9 menos que ahora.
Ese cambio de tendencia en el actual ejercicio es aún más latente en los embalses. El Pantano de Iznájar se encuentra al 53,21% de su capacidad, con un total de 523 hectómetros cúbicos de agua embalsada. Hace justo un año, en cambio, no llegaba ni a la mitad, con apenas 251 hectómetros cúbicos, sólo un 25,59%.