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Los agricultores pueden llevar sus aceitunas a esta almazara, ver el proceso de producción y en ese intervalo tener su propio aceite para consumo particular
Antonio Mingorance-Aceite La toquera
En poco más de un lustro Aceites Cortijo La Toquera ha ampliado su maquinaria para responder a la demanda de sus clientes. Como recuerda su responsable, Antonio Mingorance, decidieron rehabilitar el viejo molino situado en el término de Rute, al sur de la Subbética, para trabajar en dos vertientes. Por un lado, la producción de virgen extra de gama alta. Para ello, se nutren de su propio olivar, con alguna partida adicional de fincas cercanas que gozan de su confianza. La otra línea es lo que llama “la maquila”. Consiste en fabricar aceite para particulares. Los agricultores llevan a la almazara sus aceituna y en algo más de una hora tienen a disposición su propio aceite.
- El responsable de La Toquera cree que el factor diferencial de los aceites de la Subbética es el suelo sobre el que se cultiva
Esa combinación de venta a particulares y agricultores ha funcionado, hasta el punto de que la maquinaria original, de sólo dos batidoras, no daba abasto para atender la demanda. De ahí que la hayan cambiado por otra de última generación que cuenta con cinco batidoras y que han instalado en una nave de quinientos metros. Permite, explica Mingorance, la extracción en frío. Aunque disminuya algo la cantidad, se mantienen intactos los polifenoles que aportan las propiedades características del aceite para la salud, “pero que son muy sensibles al calor.
Si bien el grueso de la clientela de autoproducción es de Rute y los alrededores, cualquiera puede llevar aceitunas y en un rato convertirlas en aceite. Para la venta general, cree que la calidad de la tierra de la Subbética no la dan otras. Es, junto a la mano del hombre, el factor diferencial, “porque el proceso de producción lo conoce todo el mundo”. No le extraña que sean los aceites más premiados. El de La Toquera, de producción integrada, que estaría un escalón debajo del ecológico, ha entrado en el top 10 de los premios Terra Olivo, y ha sido incluido en la prestigiosa Guía Evooleum.
Sobre la presente campaña, Mingorance la describe como “anómala”. Las lluvias de la anterior primavera retrasaron un mes la floración, hasta finales de mayo. Ese mes “va concatenado” y ha retrasado a su vez la maduración del fruto. La opinión generalizada de los agricultores es que, como consecuencia, los rendimientos grasos están entre dos y cuatro puntos más bajos, respecto al año pasado. Para el responsable de La Toquera, es consecuencia de la floración tardía y la llegada del frío, que arruga la aceituna. Con todo, al no llover desde mediados de diciembre, la aceituna se está recogiendo del árbol en su tiempo. Ello está permitiendo extraer unos aceites “muy buenos y equilibrados”.
