El mediapunta ruteño Jesús Unquiles se incorpora al juvenil del Córdoba C.F.

De nuevo un jugador ruteño ha llamado la atención de un club de fuera. En este caso, se trata del mediapunta Jesús Unquiles. Formado en las categorías inferiores del Rute Calidad, el año pasado se animó a probar la experiencia de jugar en Benamejí. Según explica, la dinámica de este club no era muy distinta de lo que hacía habitualmente en Rute: tres entrenamientos por semana y partido el sábado o el domingo. Incluso la proximidad de los dos municipios le permitía que su padre lo llevara y lo recogiera el mismo día del entrenamiento. Ya como jugador de Benamejí llamó la atención de los ojeadores del Córdoba Club de Fútbol. Poco antes del verano, a finales de mayo, se pusieron en contacto con él, interesados en incorporarlo a su cantera. En concreto, el equipo que corresponde a su edad, 16 años, es el juvenil B, que milita en Preferente, donde marcha primero de su grupo.

Jesús recuerda que estaba una tarde jugando “a la Play” con un amigo cuando su padre se acercó y le comunicó que acaban de llamar de la capital para ir al día siguiente a hacer una prueba.También tiene muy presente cómo sus padres le apoyaron desde primera hora en su deseo de emprender esta aventura en el Córdoba.Hace cuatro años tuvo en su casa el mismo respaldo cuando se presentó a una prueba con el Real Madrid. Ahora, su padre José María se resigna a ver a su hijo apenas un rato en el fin de semana, pero entiende que la pasión de Jesús es el fútbol. Le advirtió que no podía irse a Córdoba, arrepentirse a las pocas semanas y volver. No ha sucedido tal cosa, “porque está muy convencido de lo que quiere”. Aparte de eso, el único requisito que le puso desde primera hora fue que no podía descuidar los estudios, y hasta la fecha el joven está respondiendo.

También él echa de menos estar con la familia, aunque hablan por teléfono casi a diario. La dinámica en Córdoba no tiene nada que ver con Benamejí. Allí, como en Rute, entrenaba tres días por semana, de manera que sólo se ausentaba tres tardes. Ahora, asegura que todo es “completamente distinto”. De lunes a viernes, Jesús vive en la capital. Está en una residencia con compañeros en su mayoría integrantes también de las categorías inferiores del Córdoba. Por la mañana acude al Instituto Maimónides, donde prosigue sus estudios en Primero de Bachillerato, y por la tarde entrena cuatro días, de martes a viernes. Sólo descansan los lunes. Además, no está aquí todo el fin de semana, sino que hay que restar el tiempo para desplazarse con el equipo.

De momento, sobrelleva bien el sacrificio. Más aún ahora que ya empieza a asentarse en el equipo titular. Atrás quedan los primeros partidos, cuando no jugaba, hasta que se puso a punto y se integró en los entrenamientos. Lo siguiente fue ir contando con minutos, y finalmente esa titularidad y la confianza que le ha dado el entrenador en las últimas semanas. Además, pese a quelo ha probado de interior y de mediocentro, y él está abierto a jugar en más sitios, el técnico lo ha mantenido en la mediapunta. Es su puesto natural, y por tanto ahí se siente más a gusto.

Deja un comentario