El escritor y magistrado ruteño Sánchez Zamorano sorprende con una novela inspirada en el juez asesinado Salvador Villlanueva

José María Caballero, Magdalena Baena, Fernando Cruz Conde y  el autor del libro durante la presentación del mismo

José María Caballero, Magdalena Baena, Fernando Cruz Conde y el autor del libro durante la presentación del mismo

El libro está publicado en la editorial ruteña “Ánfora Nova”. Su director, José María Molina se centró en el proceso de edición. Molina destacó “el perfeccionismo y la capacidad organizativa” de Sánchez Zamorano, un autor “al que no se le escapa ningún detalle”. Molina se congratuló de “tener la suerte” de conocer a personas que atesoran “grandes capacidades” intelectuales, profesionales y personales. Según dijo, en el caso de Sánchez Zamorano, se trata de alguien que las reúne todas, de una persona “que brilla con luz propia”.

De presentar al autor se encargó el sacerdote Fernando Cruz Conde. Aunque criado en Rute, Sánchez Zamorano nació en Carcabuey, y las raíces de Cruz Conde proceden de esta localidad. El sacerdote definió al escritor como “un hombre del Renacimiento y un humanista” por sus múltiples facetas. Incluso llegó a compararlo con Santo Tomás Moro, patrón de los políticos. Cruz Conde se preguntó en voz alta sobre la posibilidad de que Sánchez Zamorano apostase por el mundo de la política. En este sentido, dijo que “en estos momentos nuestra patria necesita políticos de su altura y nivel”.

Por su parte, el autor definió su obra como una novela de amor “pura y dura”. Al mismo tiempo, es “triste” por su final, “pero esperanzadora”. En este sentido, admitió que el título tiene “una lectura doble”, con un punto “frustrante, pero luego hay una esperanza, la de un hombre y una mujer con valores”. Estos valores son “lo que sustenta el progreso del hombre en la tierra”. “Paraíso imposible” cuenta las azarosas vidas de dos jóvenes estudiantes en la España de la dictadura de Primo de Rivera. Sánchez Zamorano ha madurado la novela durante bastante tiempo. De hecho, en la revista de la Virgen del Carmen de 2007 ya aparecía un relato corto, que se puede considerar un esbozo de la creación posterior.

Asegura que ha dormido durante unos años “en un cajón” y ha salido ahora “a cuento de la memoria histórica, aunque el libro tiene “una memoria muy particular”. Para Sánchez Zamorano, esta novela es menos costumbrista que las anteriores. Por el contrario, la ve como una creación “mixta, rural y urbana”. En efecto, sus escenarios se sitúan en dos capitales, Madrid y Granada, y dos pueblos, Torre Alta y Río Fuentes. Ambas poblaciones son trasuntos literarios de Rute y Cabra. También el personaje principal, Pedro Molina, está inspirado en una persona real, el juez Salvador Villanueva, que murió asesinado durante la Guerra Civil, a los 27 años de edad.

Zamorano espera que esta novela “sirva de pequeño homenaje a aquel joven que tanto se esforzó por superarse en la vida, sin que ésta le diese nada en particular”. Igualmente, lanzó la propuesta al Ayuntamiento de Rute para que perpetúe su memoria, erigiendo  un monumento o con la denominación de una calle que lleve el nombre de Salvador Villanueva Porras. No obstante, el magistrado también quiso dejar claro que se trata de una novela que cuenta con mucha más ficción que realidad y que “en absoluto” se trata de la biografía de este juez. Ante todo, es una historia de amor inventada, cuyo protagonista está inspirado en una persona real y que se desarrolla en un contexto sociopolítico determinado.

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