El cambio en la gestión de la ayuda a domicilio ofrece un servicio más cercano, del que se benefician unas veinte familias en Rute

Once alumnas se formaron en Rute entre marzo y  octubre del año pasado

Once alumnas se formaron en Rute entre marzo y octubre del año pasado

22/05/09 14:00
RADIORUTE.COM

Con el Servicio de Ayuda a Domicilio, se pretende atender a personas que no pueden valerse por sí mismas. El colectivo engloba, entre otras, a personas con alzheimer, encamadas o con sonda. Todas las que necesitan de alguien para realizar cualquier actividad diaria. Las prestaciones vienen fijadas en la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a la Dependencia, en vigor desde 2007. Con ella se intenta dar cobertura a todas las necesidades de los usuarios. Junto a la propia ayuda a domicilio, se tienen en cuenta otros servicios como la teleasistencia o la prestación económica cuando el cuidador es un familiar que no dispone de tiempo para otro trabajo.

Son, pues, muchas las posibilidades de ayuda que existen. Para beneficiarse de una u otra, se han de enviar las correspondientes solicitudes a Córdoba, a la delegación provincial de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social. Según explica Virginia Ortiz, trabajadora social de los Servicios Sociales Comunitarios, a través de los profesionales del Centro de Salud se realiza “un informe médico”, que dictamina a su vez un informe clínico. Con éste y el trabajo de una valoradota, se obtiene una baremación que indica “qué servicio es el más idóneo para cada persona”. Por lo tanto, la prestación económica “no se le concede a todo el mundo”. Se reserva “para los grandes dependientes”, mientras la ayuda a domicilio pueden tenerla personas que necesitan “una atención diaria, pero no constante”.

La Consejería para la Igualdad y Bienestar Social ha previsto transferir este año más de 49 millones de euros a las corporaciones locales de Andalucía, para la financiación de la Ayuda a Domicilio. El Ayuntamiento de Rute dispone de 190.000 euros. El 90% procede de fondos autonómicos; un 8% viene de una prestación básica de Diputación; y el 2% restante es aportación municipal para casos de emergencia, en que se requiere una atención urgente.

La concejala del área, Ana Lazo, ha recordado que para todos los municipios menores de 20000 habitantes los servicios sociales “son comunitarios”, es decir, dependen de Diputación. La entidad provincial decide qué tipos de ayudas a domicilio se prestan, tanto si se trata de prestaciones básicas como para personas con dependencia. Para los ayuntamientos se deja la gestión de estas ayudas.

En el caso del Consistorio ruteño se apostó por un modelo de gestión directa. Según Lazo, de esta forma se podía “velar siempre por la mejora de las calidades de los trabajadores”. De hecho, uno de los objetivos esenciales es que los empleados gocen de unas buenas condiciones y haya “un servicio de calidad”, porque se trasladará al usuario y éste “cada vez estará mejor cuidado”.

A raíz de la firma del convenio con la Diputación, el Ayuntamiento de Rute se compromete a esa gestión directa. Mediante este modelo, el Consistorio se hace cargo de la contratación de personal, el pago de nóminas y la asignación de casos. Aunque el Servicio de Ayuda a Domicilio lleva muchos años funcionando en nuestro municipio, este modelo comenzó a aplicarse en abril. Actualmente, se benefician de él unas 20 familias y son entre 25 y 30 personas las que trabajan en la ayuda a domicilio. Para ello, se ha constituido una bolsa, se está contratando a los auxiliares y preparando su formación.

Alfonso Ferreira, técnico municipal de empleo, subraya la existencia de esas dos vertientes a la hora de poner en marcha este servicio. Por un lado, están las familias beneficiarias, cuyas necesidades se pretende cubrir. En cuanto a los trabajadores, se quiere seguir apoyando “la profesionalización del servicio”.

De momento, hay un 50% de empleados que cuentan con el título necesario. El resto tendrán que conseguirlo. La orden reguladora de la Junta otorgaba “dos años de demora”. Según el técnico, ahora mismo nos hallamos en ese “período de transición”, con otra mitad de profesionales que dispone de una especie de “cheque en blanco”. A la larga, deberán hacer el curso.

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