El Ayuntamiento de Rute se ve obligado a someterse al más duro plan de ajuste de su historia

El plan de ajuste ha sido presentado por los servicios de Intervención al Gobierno  de la nación

El plan de ajuste ha sido presentado por los servicios de Intervención al Gobierno de la nación

El Ayuntamiento de Rute se ha visto en la obligación de dar una nueva vuelta de tuerca a la maltrecha economía local. En noviembre pasado se aprobaron los presupuestos municipales para 2012. Ya en ese momento el equipo de Gobierno socialista optó por una serie de recortes, con objeto de presentar unas cuentas en la que los gastos estuviesen ajustados a los ingresos. Aquella medida supuso el despido de varios trabajadores y la reducción horaria de otros. Ahora, tras el Real Decreto Ley 4/2012, dictado por el Gobierno central para hacer frente al pago de facturas pendientes a proveedores, el Ayuntamiento ha tenido que aprobar un severo plan de ajuste. El plan no sólo implica hacer frente a los 2,7 millones de euros de facturas reconocidas de pago a proveedores, sino a toda la deuda municipal, que asciende a más de 5 millones de euros. Dicho plan se aprobó en la sesión plenaria y urgente que tuvo lugar el 28 de marzo. Salió adelante con el voto favorable del equipo de Gobierno socialista y la abstención de los grupos de la oposición,  Izquierda Unida y Partido Popular. En principio, va a suponer el despido de siete empleados municipales, la reducción de jornadas de otros once trabajadores más, así como la externalización de algunos servicios y la consiguiente subida de impuestos municipales.

El grupo popular justificó su abstención por entender que ellos no han estado gobernando en el Ayuntamiento de Rute, y por tanto, no conocen en profundidad la realidad del personal. Según su portavoz, José María Benítez, son saben cuáles son las responsabilidades de cada puesto, ni qué trabajadores son más o menos necesarios. En este sentido, insistió en que, al no haber gobernado, su grupo no ha “metido dentro a ningún trabajador”. Sobre el plan de ajuste, sostiene que es una imposición que viene desde más arriba incluso del Gobierno central. La Unión Europea marca pautas, éstas repercuten en el Gobierno de la nación y así sucesivamente en comunidades autónomas y ayuntamientos. Lo que sí tiene claro es que si el Consistorio ruteño no hubiera generado semejante deuda ahora no se vería abocado a esta situación. En definitiva, Benítez, considera que “el globo se han inflado más de lo que se debía”. Otro edil popular, David Ruiz, ha querido dejar claro que se les ha dado la oportunidad para que presenten una lista con los trabajadores perjudicados. Sin embargo, aseguran que ellos no han dado nombres. Con lo que sí han coincidido con el equipo de Gobierno ha sido con los criterios que se han planteado a la hora de despedir.

Desde Izquierda Unida, el anterior alcalde, Francisco Javier Altamirano, argumentó que la situación de Rute no es un caso aislado, y considera que “se están sacando las cosas de quicio”. Según dijo, la mayoría de las arcas municipales del país arrastran deuda desde hace años. Y recuerda que no es la primera vez que el Ayuntamiento tiene que someterse a un plan de ajuste. Sin embargo, Altamirano  cree que lo importante es “el enfoque que se quiere dar a la solución del problema”. No obstante admite que, pese a todo, algunos despidos no se hubieran podido evitar. Por su parte, José Macías apuntó que las reuniones entre los tres partidos con los representantes de los trabajadores habían cristalizado solamente en “un acuerdo de mínimos”. De ahí que, en lugar de votar a favor, se limitaran a abstenerse. Aun así, insistió en que con esa abstención era “suficiente” para que el plan saliera adelante. Con todo, mantiene que la situación es muy dura y que ha implicado medidas muy drásticas que no han sido del agrado de ninguno de los implicados.

Tras este posicionamiento de los grupos de la oposición, el alcalde Antonio Ruiz aseguró que no comprendía cómo se había podido abstener el Partido Popular, sabiendo que es una medida impuesta por el Gobierno central. En relación a IU, recordó que ha sido “la gran responsable” de la deuda municipal. Ruiz añadió que las abstenciones eran aún más sorprendentes si se tiene en cuenta que con ambos partidos se ha negociado el plan de ajuste, que a su vez también se han consensuado con el comité de empresa. Por todo ello, el alcalde calificó de “irresponsabilidad y cobardía” la postura adoptada por los dos grupos de la oposición. El alcalde esperaba “mayor responsabilidad y una implicación de todos los partidos”. Por tanto, mostró su decepción con IU y PP. Según dijo,  han preferido “lavarse la manos como Pilatos” y han adoptado la postura de que el equipo de Gobierno “se coma el marrón”. Y eso, concluyó, en una situación como esta, “es inadmisible”.

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