El autobús escolar de las aldeas de Rute continúa viajando con plazas de más y escolares de pie en los pasillos

Los padres se quejan de cómo el autobús de sus hijos va sobrecargado

Los padres se quejan de cómo el autobús de sus hijos va sobrecargado

Hay situaciones que parecen condenadas a no cambiar, o al menos su solución se prolonga más tiempo del deseado. Hace ahora tres años, los padres de los escolares de las aldeas de Rute denunciaban públicamente las condiciones en que estos menores viajaban en el autobús hasta el IES Nuevo Scala y el colegio Fuente del Moral. Estos escolares tienen derecho a un autobús gratuito, que facilita la delegación provincial de Educación. La empresa adjudicataria del contrato es Carrera, y el acuerdo contempla un vehículo de setenta y siete plazas, o en su defecto dos autocares o uno de dos plantas. La razón es que el número de escolares de las pedanías de Zambra, Nacimiento, Cerrillo y Llanos de Don Juan se acerca a los ochenta. Sin embargo, ya entonces la empresa incumplió este contrato y envió en más de una ocasión un autobús de sólo cincuenta y cinco plazas. Sólo la repercusión mediática de la noticia y una seria advertencia de la delegación de Educación hizo que Carrera reconsiderara su actitud y se retomara la normalidad.

Transcurrido este tiempo, los padres se quejan de que se ha vuelto a las andadas. Hasta hace poco venía un autobús de dos plantas. Desde la empresa se ha argumentado a los progenitores que el vehículo está averiado. La cuestión es que los niños llevan varios días viniendo sentados de tres en tres, en las escaleras o directamente de pie en el pasillo. Según Josefina Martín, delegada de primero, el problema se había dado puntualmente desde principio de curso, pero se ha acrecentado después de las vacaciones de Navidad.

Martín ha denunciado otras cuestiones graves, como la velocidad del vehículo. Esta madre no cree que sea prudente que un autobús de transporte escolar “venga de las aldeas a Rute a 100 y a 110 por hora”. Prueba del peligro es que los niños “se balancean, porque vienen en el pasillo”. Por si fuera poco, asegura que si alguno se queja el chófer “los insulta”. Para culminar los despropósitos, los menores del instituto han de esperar a la intemperie a que el centro abra, ya que llegan antes de tiempo para poder dejar en clase a los de Fuente del Moral.

Carmen Muñoz, otra de las madres afectadas, ha añadido que para la vuelta a casa se repite la situación, con el autobús “a toda pastilla”. Ella misma se dirigió el pasado 21 de enero a la Guardia Civil para comunicar estas incidencias, “pero hasta el día de hoy no han aparecido ni hay constancia de que hayan parado el autobús”. Se sienten además impotentes, porque no saben “a quién dirigirse”. Así, Josefina Martín expuso los hechos al director, pero éste les dijo que eran los propios padres “los que tenían que pelear por esto”. Según Carmen Muñoz, han presentado muchos escritos a la delegación “y ellos dicen que los sancionan”, pero siguen sin saber qué hacer. También intentaron hablar hace un año con el dueño de Carrera “pero es imposible”.

Esta madre se pregunta ahora si no hay otra empresa a la que se pueda adjudicar el servicio, “o que este hombre se responsabilice, porque lo que lleva son niños, no ganado”. Por su parte, Martín pide que se les aclare de una vez a quién deben dirigirse. Si su hijo sale de casa a las siete y cuarto de la mañana para irse a clase y no lo vuelve a ver hasta mediodía, quiere saber “de quién es la responsabilidad, del centro, de los padres o de la empresa que tiene contratado el transporte”.

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