Editorial septiembre 2018

El reencuentro con el mes de septiembre ha dejado entrever el ambiente político que se va a respirar de ahora en adelante. El primer pleno tras el período vacacional no ha tenido demasiada enjundia. No obstante, los grupos políticos lo han aprovechado para ir marcando cada uno su terreno. El hecho de que las personas que ocupaban los números 10,11 y 12 de la lista electoral hayan renunciado a formar parte del grupo popular, tras la dimisión de José Antonio Pino, hace ahora ocho meses, no ha pasado desapercibido. El portavoz del PP, David Ruiz, intentó restarle importancia aludiendo a motivos de índole laboral o personal. No obstante, el hecho de que también dijese que algunos no han aceptado estar en el cargo por temor a las amenazas recibidas provocó los comentarios del alcalde. Antonio Ruiz insinuó que los motivos tienen más que ver con el hecho de que las personas que iban en la lista no se encuentran ahora cómodas con el grupo popular. Sin duda, llama la atención que en ocho meses el PP no haya conseguido sustituto para Pino. La inminente cita electoral podría haber servido de acicate para que alguno de los miembros incluidos en dicha lista se foguease como concejal en la oposición. Sin embargo, de momento, no ha sido así.
El ambiente político también se ha colado en el inicio del curso. Los populares han aprovechado para poner de manifiesto la falta de cumplimiento de la delegación provincial de Educación, en relación al anuncio de construcción de un comedor escolar para el presente curso escolar. El delegado provincial de Educación, Antonio José López, alude a la nueva Ley de Contratos, en vigor desde marzo pasado, para justificar la demora. Por su parte, el alcalde Antonio Ruiz insiste en que lo importante es que este comedor va a ser una realidad, aunque haya que esperar unos meses. En este sentido, es cierto que lo verdaderamente importante es que los padres y las familias de Rute terminen contando con un servicio de comedor para sus hijos. Un servicio de este tipo es vital para contribuir a conciliar la vida familiar y laboral. Y unos meses de demora no tendrían demasiada importancia si no fuese porque se generó una expectativa y luego nadie se ha ocupado de aclarar la posible demora. Por tanto, consideramos que si la delegación dijo que el comedor estaría construido para el presente curso, y a raíz de la nueva Ley no se iba a cumplir con lo previsto, el delegado debería haberlo explicado públicamente antes de empezar el curso. Máxime cuando setenta familias de Rute han apuntado a sus hijos e hijas confiando en que el comedor fuera una realidad para el presente año.
De lo que sí puede presumir Rute es de contar con un Ciclo de Grado Superior en el IES Nuevo Scala. Es el fruto del trabajo conjunto entre delegación, el propio instituto y el Ayuntamiento. También hay que reseñar el funcionamiento desde el primer día de clase del nuevo ascensor de Ruperto Fernández Tenllado, igualmente muy demandado en dicho colegio. Por lo demás, hay que resaltar la problemática que hemos conocido en el mes de septiembre respecto a la viabilidad económica del Centro de Día que gestiona la asociación Arapades. Este centro presta un servicio directo a personas con algún tipo de demencia o que padecen la enfermedad del Alzheimer. El centro de rehabilitación además supone un apoyo para las familias ruteñas que cuentan en su seno con un enfermo de este tipo. No en vano, en la marcha que tuvo lugar el Día Mundial contra el Alzheimer, el pasado 21 de septiembre, se puso de manifiesto la concienciación y la necesidad de este servicio por parte de un número cada vez mayor de la población ruteña.
Para concluir, hay que felicitar a Daniel Caballero por la sus extraordinaria carrera y el resultado obtenido. El ciclista ruteño logró un meritorio quinto puesto, y el tercero de su categoría, en el Campeonato de España de Descenso, celebrado por primera vez en nuestra localidad.

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