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La actuación está encaminada a mejorar la prevención y la extinción de incendios forestales, pero también favorece la práctica de senderismo en el entorno
La Sierra de Rute es desde ahora más segura en prevención y extinción de incendios forestales, a la vez que más apetecible para practicar senderismo. Es la consecuencia más directa de que se han arreglado cinco tramos de caminos forestales. Suman un total de 3,5 kilómetros y afectan al paraje conocido como la Rosa Alta, por el cortijo que hay en las proximidades, y el que parte frente al Lanchar. Ambos confluyen hasta culminar ante la también restaurada torre vigía del Canuto. Por todo ello, dada la condición de Rute como Municipio Turístico, el alcalde David Ruiz ha subrayado la mejora que supone en este aspecto.
- La actuación ha contado con una inversión de 83.661 euros, financiados con Fondos FEADER y la ejecución ha corrido a cargo de la empresa Tragsa
La actuación ha contado con una inversión de 83.661 euros, financiados con Fondos FEADER y la ejecución ha corrido a cargo de la empresa Tragsa. Una vez lista para ser recepcionada, Rafael Martínez, delegado territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, se ha trasladado hasta Rute para comprobar in situ el resultado final. Según ha indicado, se enmarca dentro de un Plan de Modernización y Mejora de Caminos Forestales en la provincia de Córdoba 2021-24, que cuenta con un presupuesto global de 1,7 millones de euros.
El objetivo principal es mejorar el acceso a los montes para facilitar los trabajos de prevención y extinción de incendios. Para ello, se ha favorecido el acceso a la torre de vigilancia, pero también hay otros usos complementarios como el mencionado del senderismo, el traslado de madera o biomasa, o el aprovechamiento cinegético por parte de la Sociedad de Cazadores. En concreto, se ha implantado pavimento de hormigón en las zonas de mayor pendiente, con aumento de radios de curvatura con picado en roca e incremento de terraplenes para el acceso de vehículos pesados. En las zonas más deterioradas o con presencia de roca se ha reforzado con zahorra artificial. En cuanto a las cunetas se han desbrozado, respetando la vegetación autóctona y se han construido badenes para la evacuación de agua de escorrentía.
Pese a que también propicia el acceso de agricultores, se trata de un camino forestal. Por tal motivo, el director de obra, el ruteño José María Molina, matiza que siempre se actúa de forma “respetuosa” con el medioambiente. En este caso, se ha trabajado mano a mano con la dirección del Parque Natural de las Sierras Subbéticas y los agentes locales. Antes de redactar el proyecto se estudiaron los detalles para preservar las especies protegidas de la zona. De esta forma, cuando se ha utilizado hormigón rayado se ha integrado con coloración en el entorno y con una técnica que evita que los animales resbalen. A su vez, esa capa, de 18 centímetros con malla electrosoldada, garantiza una larga duración.
En definitiva, Molina confirma que se ha mejorado la prevención de incendios, pero también el tránsito de vehículos terrestres de cara a su extinción, llegado el caso. De hecho, fuera de este proyecto, ha anunciado que se va a mejorar el acceso desde el Cerrillo de la Matanza, que es donde los vigilantes suelen dejar los vehículos, hasta la zona de vigilancia en sí. También está pendiente de ejecutar el proyecto de restauración forestal que ya salió a licitación para repoblar la zona de cincuenta hectáreas quemada en la sierra en 2004.
