Con motivo de su marcha de Rute, el sacerdote Pablo Calvo recibe un homenaje en la residencia de ancianos

Pablo Calvo aseguró sentirse "abrumado" con las muestras de cariño recibidas

Pablo Calvo aseguró sentirse “abrumado” con las muestras de cariño recibidas

El pasado 13 de julio el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, daba a conocer el nuevo organigrama de la Diócesis tras la firma de diversos nombramientos. Dentro de ese organigrama, Rute está encuadrado en la Vicaría de la Campiña. Para las parroquias de San Francisco de Asís y de Santa Catalina Mártir, así como Nuestra Señora de Gracia en Zambra, ejercerá de párroco David Ruiz Rosa, quien ya estuvo antes en nuestro pueblo. Junto a él, José Laguna Menor figurará como vicario parroquial. De esta forma, Jesús Criado y Pablo Calvo cesan su labor pastoral en la localidad. Éste ha sido nombrado administrador parroquial de San Andrés Apóstol, de Córdoba. Por su parte, Jesús Criado irá a Luque como párroco de Nuestra Señora de la Asunción.

A falta de unas semanas para que se marche de la localidad, Pablo Calvo ha recibido un homenaje en la Residencia de Ancianos Juan Crisóstomo Mangas. A él se sumaron los propios residentes, trabajadores y miembros de la dirección y del patronato. El sacerdote confesó sentirse “emocionado y abrumado”. Entiende que no es “digno ni merecedor” de tal reconocimiento; que tan sólo se ha limitado a “cumplir” con el deber que le asignaron al venir a Rute. Durante sus seis años de labor pastoral en el municipio, está “seguro” de que habrá cometido errores, pero imagina que también habrá habido aciertos “y cosas positivas”. Lo que tiene claro es que ha intentado hacerlo “lo mejor posible”.

Han sido seis años “muy intensos”. De Rute asegura que el sentimiento “más profundo” que se lleva es “el de las personas”. Las que le han mostrado su cariño en estos días, las que han confiado en él para contarle su situación, las que han formado parte de los distintos equipos en que ha trabajado. Se queda con “su crecimiento espiritual y cómo se han ido encauzando muchas labores que había que hacer”. En este punto, destaca el trabajo “codo con codo” con el alcalde Francisco Javier Altamirano. Se ha materializado en la misma residencia, en las fundaciones o en el cementerio parroquial. Calvo afirma que ha tratado de hacer del camposanto “un servicio público, que no fuera una empresa o algo para enriquecerse”.

El alcalde cree que el párroco ha hecho una tarea “encomiable”, y entiende que éste y el Ayuntamiento han coincidido en un mismo fin, “ayudar al prójimo”. Altamirano ha recordado que Pablo Calvo heredó con las fundaciones una situación “enconada, lo que da todavía más mérito a su labor”. Ese esfuerzo “arduo”, realizado mano a mano con la Junta, ha dado resultados. Como ejemplo, cita la residencia, un “emblema” que había que sacar de la situación de “caos total” en que se encontraba. Hoy día, está “totalmente saneada” y se ha incrementado el número de puestos de trabajo. Se da así un servicio “inmejorable”, a la vez que se cumple con un fin social “importantísimo”.

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