Comercial Rodríguez cierra sus puertas tras décadas dedicado al sector del mueble y los electrodomésticos

  • José Rodríguez, junto con su esposa, fue el alma mater de este negocio ruteño que se gestó hace más de sesenta años y que ha mantenido hasta la actualidad su hija Consuelo

En 1973 durante la inauguración de la tienda de la calle Francisco Salto número 33

Consuelo Rodríguez – Comercial Rodríguez

A finales de la década de los años 50 del siglo pasado, José Rodríguez Reina, nacido en Rute en septiembre de 1930, se interesó por aquellos aparatos de radio antiguos conocidos como transistores. Ello le llevó a hacer un curso para conocer el funcionamiento y aprender a reparar esos aparatos. De esta forma, se introdujo en el sector de los electrodomésticos. Comenzó siendo vendedor ambulante, iba de casa en casa e incluso de pueblo en pueblo con su Seat 600 para arreglar cualquier tipo de radio “aunque no siempre con buenos resultados”, según su hija, Consuelo Rodríguez, quien recuerda que su padre luchó permanentemente por superarse.

Una imagen del “seiscientos” con el que José Rodríguez realizaba su trabajo
  • El cierre del negocio coincide con la jubilación de dos de sus trabajadores más fieles y veteranos, Juan Antonio Roldán y Francisco José Romero

En efecto, José Rodríguez no tardó en plantearse nuevos retos. Entonces, adquirió un inmueble en el número 33 de la calle Francisco Salto, para poner en marcha su propia tienda de venta al público. Dicho local se inauguró en 1973. Durante más de dos décadas fue consolidando el negocio y abriéndose a nuevas posibilidades, con la venta de muebles de hogar o colchonería. Para ello, adquirió nuevos inmuebles que le brindasen la oportunidad de exponer su producto. Además, como hombre inquieto y emprendedor que siempre ha sido, no dejó de explorar otras formas de negocio.

Por aquella época, se asoció con otros dos ruteños para crear “JOSIROSA”. La nueva tienda se estableció en la calle Del Pilar y se dedicó más al sector de la electricidad, aunque José Rodríguez optó por mantener abierta su tienda en la calle Francisco Salto. Desde 1984, lo que actualmente conocemos como “Comercial Rodríguez” se encuentra en la calle Granada. Durante décadas ha compaginado su venta al por menor en Rute, con la venta al por mayor a otras tiendas de pueblos vecinos como Cuevas de San Marcos, Iznájar o Benamejí, de las que fue su principal proveedor.

José Rodríguez también apostó por consolidar su marca de “Comercial Rodríguezcon la creación de nuevas tiendas en Antequera, Loja, Cabra o Atarfe. En todos estos establecimientos él era el gerente. Con su retirada por jubilación, fue su hija quien en 1993 cogió el testigo junto a José María Guadalix. Ahora, Comercial Rodríguez cierra sus puertas. Según apunta la actual responsable, la continuidad del negocio no ha sido posible porque no ha habido relevo generacional y porque el sector del mueble tampoco atraviesa por su mejor momento.

Durante todo este tiempo un número importante de trabajadores y trabajadoras han dependido directa o indirectamente de Comercial Rodríguez. Los dos más veteranos han formado parte de la casa desde los comienzos. Se trata de Francisco José Romero Porras y Juan Antonio Roldán Galisteo. Ambos empezaron como aprendices, con 10 y 13 años, respectivamente. Los dos se han jubilado en este mes de mayo, con más de cincuenta años de trabajo. Con su marcha ha llegado el cierre definitivo de este negocio ruteño.

Según una nota remitida por la empresa, todos los empleados y sobre todo aquellos que han acompañado desde muy jóvenes han sido quienes con su profesionalidad han conseguido que la empresa funcione y se mantenga. De ahí que la familia Rodríguez haya querido “agradecer su esfuerzo, responsabilidad y lealtad”. En especial, la hija del fundador ha resaltado “la pasión y el trabajo” de su padre y su madre, Dolores, quienes siempre supieron ganarse el cariño de la clientela con un trato cercano, gracias su buen hacer, su seriedad y amabilidad. Por todo ello, Consuelo Rodríguez ha aprovechado este fin de ciclo para agradecer igualmente al pueblo de Rute y a tres generaciones de clientes “el cariño y la confianza” que siempre les han mostrado.

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