Cinco alumnos de un aula de catorce en Zambra dan positivo en coronavirus

  • Ha sido el mayor problema en los centros de Educación Infantil y Primaria de Rute y sus aldeas, que, por ahora, evitan la transmisión comunitaria

La principal incidencia en el ámbito educativo se ha dado en el CPR Blas Infante de la aldea ruteña

Ildefonso Garrido, jefe de Estudios del CPR Blas Infante, explica la incidencia del coronavirus en una clase de Zambra

Zambra es uno de los puntos de Rute donde se está manifestando con más virulencia la tercera ola del coronavirus. El Colegio Público Rural (CPR) Blas Infante, que agrupa e los escolares de las aldeas, ha sufrido un episodio notable de contagios en una de las clases. Ha sido precisamente en Zambra, en el aula que aúna a los cursos de quinto y sexto de Primaria. De catorce escolares, ha habido cinco positivos. Afortunadamente, según ha explicado el jefe de Estudios del centro, Ildefonso Garrido, todos han pasado ya la pertinente cuarentena “y se han recuperado”.

En Zambra, hay 56 alumnos entre los cursos de Educación Infantil y Primaria. A diferencia de años anteriores, éste, como medida de seguridad para evitar la masificación, se trasladó al alumnado de Infantil a la Biblioteca Municipal. En un primer momento supuso cierto “trastorno”, pero a la larga, en palabras de Garrido, ha evitado que los contagios aumenten. Por lo que se refiere a Llanos de Don Juan, hay 34 alumnos y no ha habido contagios. Tan sólo algún docente de los 16 que suman entre las dos aldeas, ha tenido que estar confinado a la espera de resultados de algún familiar.

Ildefonso Garrido subraya que no hay transmisión comunitaria, sino que los contagios se han producido en vacaciones. De ahí que, pasada la cuarentena, se puedan incorporar a las clases. El jefe de Estudios no esconde que hay preocupación en los padres, máxime si se tiene en cuenta los contagios sufridos en Zambra. El ejemplo más extremo se ha notado en Infantil, con la no asistencia de muchos menores a clase, al no contar con la garantía de protección de la mascarilla. Aun así, su mensaje es “de tranquilidad”, reiterando que los colegios son espacios seguros.

En ese mensaje coinciden los responsables de los tres colegios del casco urbano. Jesús Suárez, director de Ruperto Fernández Tenllado, resume que el centro “no puede ser un fortín, pero sí se confirma como un lugar seguro”. En ninguno de los centros ha habido transmisión comunitaria. Los confinamientos han sido de menores o docentes que se han contagiado fuera. José Antonio Tejero, director de Fuente del Moral, pone como ejemplo el caso de un alumno de tercero que ha tenido que ser confinado porque uno de los progenitores dio positivo y al final el propio niño también se contagió. Como protocolo, se confinó a los siete escolares que hay a su alrededor, aunque todos dieron negativo. Tejero ha explicado que este niño está en la Escuela Hogar, por lo cual el centro activó su propio protocolo, que afecta también a alumnado de Fuente del Moral. En cualquier caso, los escolares afectados se incorporan a clase el lunes 8. En cuanto a la plantilla docente, hay una profesora que se ha contagiado en casa.

En Ruperto hay ahora mismo tres positivos de alumnos y uno de un docente de Primaria. De acuerdo con la nueva normativa, no se ha confinado ninguna clase. Sí se ha confinado una de Infantil, donde varios niños han debido quedarse en casa por ser contactos estrechos. Pero ha sido “por precaución, al no garantizarse en estas edades el buen uso de la mascarilla”. Algo parecido ha ocurrido en Los Pinos. Según su responsable, José María Henares, sólo dos niños están a la espera de saber los resultados de las pruebas a sus familiares. Antes, ha habido escolares y docentes confinados por contacto estrecho, pero ya se han incorporado y la plantilla está al completo.

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