Cada uno de los ciento ochenta lotes que se han preparado pesa unos cuarenta kilos y está valorado en setenta euros
En momentos de crisis es “fundamental” tener sensibilidad con las familias que peor lo están pasando. Con esa frase resume el alcalde de Rute, Antonio Ruiz, la filosofía con la que nació el decreto de la Junta de Andalucía contra la exclusión social. Gracias a esta medida extraordinaria, se han puesto en marcha una serie de iniciativas a través de los ayuntamientos. Así, se han hecho contratos de quince días a personas desempleadas de larga duración. También se han incrementado las horas de ayuda a domicilio “que por los recortes del Gobierno central se estaban perdiendo”. De esta forma, se ha podido mantener a muchas de las trabajadoras “y las familias beneficiarias”. Ahora se ha completado lo que vendría a ser, en palabras de Ruiz, “la tercera pata del banco”. Con una subvención de 11.667 euros, se han preparado ciento ochenta lotes de alimentos para otras tantas familias de Rute. Para acceder a ellos, se ha recurrido a la lista “objetiva” del banco de alimentos, ya que los beneficiarios cumplen con una serie de requisitos “perfectamente definidos”.
Cada lote está valorado en unos setenta euros y consta de unos cuarenta kilos de comida. La diferencia con el banco de alimentos que el Ayuntamiento tiene operativo de forma permanente es que en esta ocasión se han incluido productos perecederos como carne, pescado, verduras o pan. Para canalizar ese reparto, también se ha apostado por dos supermercados de Rute: el de la Vera Cruz y el de Zaleas, con noventa lotes en cada caso. El gerente de Zaleas, Luciano Ruiz, ha confirmado que son productos “de primera calidad” los que conforman estos lotes que pueden dar de sí “quince o veinte días”. Además, ha agradecido al Ayuntamiento que haya buscado a “pequeñas empresas que también están sufriendo la crisis”.
Al haber productos perecederos, la entrega es inminente. De hecho, en Zaleas, con más volumen en su nave, se ha completado en una sola jornada, y en la Vera Cruz se hará en apenas unos días. El alcalde ha recordado que después el banco de alimentos municipal y el de Cruz Roja seguirán su funcionamiento habitual. Además, ha recordado que en los presupuestos municipales para 2014 se ha asignado una partida de treinta mil euros para el empleo. Ruiz confía en que el decreto de la Junta también se renueve para el próximo año. Asegura que los consistorios lo aplaudirán “porque ésa es la sensibilidad que deben mostrar las administraciones”. Es consciente de que hay una realidad “muy dura, la de familias sin ayuda, con todos sus miembros en paro”. Sabe que es difícil mostrarse optimista, pero se niega a perder la esperanza, “que es lo que por desgracia mucha gente está perdiendo”.
El técnico Alfonso Ferreira ha confirmado que el perfil de beneficiarios del banco de alimentos es justo ése: personas desempleadas o quienes reciben algún tipo de pensión, “ya sea por jubilación o por incapacidad”. Es gente “que no puede hacer frente a pagos diarios”. Por eso, “en cierta forma” los lotes implican darles “dinero en efectivo” para que puedan afrontar el pago de otros bienes. En cuanto a los pensionistas, recuerda que la situación les ha llevado “a no tener suficientes recursos para el día a día y probablemente también estén pasando necesidades”.
Ferreira ha matizado que era importante “establecer la cesta de la compra”. Los lotes se han encargado a estos dos supermercados, que han gestionado la adquisición de los productos. Después, se ha entregado “un vale nominativo” a cada beneficiario para que acudiera a canjearlo por el lote. El contenido se ha definido con el personal de Servicios Sociales, evitando así que cada beneficiario pidiera un tipo de alimentos. Es, por tanto, una cesta “cerrada” y sólo se ha entregado un tipo de lote.
