Cerca de doscientas personas participan en la segunda carrera solidaria, organizada por la delegación de Manos Unidas en Rute

 Los participantes  más pequeños  fueron ayudados por sus padres

 Los participantes más pequeños fueron ayudados por sus padres

Por segundo año se ha celebrado la carrera solidaria en Rute. La iniciativa partió de la delegación local de Manos Unidas y al igual que en la primera edición se organizó en estrecha colaboración con la cofradía de la Vera Cruz. Es una más de las actividades que se van desarrollando a lo largo del año por parte de Manos Unidas. El lema de la campaña para 2010 es “Contra el hambre, defiende la tierra”. Se trata de concienciar de la necesidad de luchar contra la pobreza, en este caso fomentando la idea de hacer deporte y llevar una vida sana y sostenible. Para ello, en los días previos se había entregado en los colegios de Rute el carnet del corredor. En él los escolares iban anotando el nombre de los patrocinadores de la carrera junto con la donación que iban a realizar.

La única diferencia de esta segunda carrera solidaria es que en esta ocasión se alejaba algo más en el tiempo de las fiestas de mayo. Con todo, sí aparecía incluida en el programa oficial. El traslado al tercer domingo del mes, coincidiendo con la romería de San Isidro y la celebración de comuniones, restó, según los propios organizadores, algo de afluencia. No ha sido, en cualquier caso, una cifra significativa, ya que el total de inscripciones se acercaba a las doscientas.

Por tanto, la valoración es positiva para Purificación García y Pilar García, coordinadoras de la delegación ruteña de Manos Unidas. Según Purificación, lo más reseñable ha sido “la implicación de la gente joven”. Para su compañera Pilar, todo apunta a que la iniciativa está cuajando y se reeditará en años próximos. Similar optimismo mostró José Juan Sánchez, presidente de la cofradía. Lo que sí aseguró es que esas futuras ediciones volverán a circunscribirse al período de fiestas, “ya que de alguna manera sirve de reclamo”.

Sánchez quiso matizar la participación real: si bien es cierto que el día de la carrera muchos no habían podido estar, “sí se dio el otro paso”, es decir, la búsqueda de patrocinadores que hicieran su aportación económica. Otro aspecto que quiso resaltar, junto al componente solidario de esta idea, es el de “pasar un buen día”. En efecto, una jornada como ésta, donde algunos padres corrieron junto a sus hijos, refuerza los lazos de familia y de convivencia.

Esa convivencia se da además entre los muchos grupos que colaboran. La carrera contó con la ayuda de entidades como Protección Civil, la Policía Local, el grupo de senderistas de la tercera edad o el Club Atletismo Rute. Además de la solidaridad y la convivencia, se fomentan otros valores como el del deporte. Para Juan Carlos Gámez, la causa benéfica es aquí lo principal, pero mejor aún si se consigue otro objetivo, en este caso el deporte, “que estaría en segundo plano porque lo primero es la ayuda”.

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