Ainhoa Gutiérrez inaugura en Rute los Veranos Culturales de la Villa

  • El II Festival de Flamenco y Zumba (Fitik) “La Faraona” da el pistoletazo de salida a las citas que se van a suceder en el Teatro al Aire Libre “Alcalde Pedro Flores”


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El pasado viernes 16 de junio se daba el pistoletazo de salida en el Teatro al Aire Libre “Alcalde Pedro Flores” a los Veranos Culturales de la Villa. Durante las próximas semanas se van a suceder propuestas e iniciativas como los llamados “festivales de verano”, que son el colofón a la temporada a las distintas academias y escuelas de baile que hay en Rute. A la vez, suponen la puesta de largo de lo aprendido durante el año académico. La encargada de inaugurar este ciclo estival ha sido Ainhoa Gutiérrez, con su II Festival de Flamenco y Zumba (Fitik) “La Faraona”.

Es el nombre artístico con el que actúa, aparte de su faceta de profesora. Así la llamaba cariñosamente su abuelo y el hecho de mantenerlo, pese a lo ligado que está a una figura tan legendaria como la de Lola Flores, es síntoma de que a Ainhoa Gutiérrez le van los retos. Si algo ha demostrado desde la primera edición de su festival es su apuesta por renovar y diversificar las posibilidades del baile con la interacción de distintos géneros. Un claro ejemplo es la coletilla de “fitik” que lleva el nombre del festival. Alude a un género híbrido creado por ella misma con las dos principales modalidades que imparte en sus clases, flamenco y zumba.

  • Por la escuela han pasado este año noventa personas de todas las edades, de las que 79 participaron en las 17 coreografías del festival

La noche deparó otras coreografías experimentales, como la que combinaba estas dos especialidades con la bachata. También se apreció esa valentía en la puesta en escena de una nana o la recreación de la popular “Campanera” de Joselito. Hasta en el propio flamenco se advirtió esa querencia por explorar territorios menos “bailados” como el de la guajira. En total, se representaron diecisiete números, más el saludo final y el fin de fiesta, a lo largo de una velada que superó la hora y media de duración, y que estuvo presentada por Rosa López y Carmen González.

Aunque no faltaron estas fusiones o las castizas sevillanas, la columna vertebral del programa la ocupó el flamenco, con todos sus estilos afines, como los tangos o las alegrías. De esta forma se echó el cierre a un curso en el que la profesora y artista ha contado con un alumnado de noventa personas entre Rute y Cuevas de San Marcos, cuyas edades van desde los tres o cuatro años hasta más de sesenta. La gran mayoría, 79, se animó a participar en las coreografías, una cifra notable, ya que asegura que no quiere obligar a nadie a bailar en público. De ese grupo, sólo cuatro son chicos. Son pocos aún, pero al menos los varones empiezan a estar también presentes.

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