Si paseamos por las calles de nuestro pueblo en una de estas mañanas soleadas del mes de diciembre, observaremos como subsisten todavía algunos vestigios de propaganda electoral de las pasadas Elecciones Generales del 10 de noviembre.
Unos carteles me llaman poderosamente la atención. Un hombre bien parecido aparece sobre un rótulo que anuncia “ahora sí”.Es nuestro presidente en funciones, Pedro Sánchez, que resiste pegado a la pared, como si de una metáfora sobre su vida política se tratase.
Ahora sí, a las pocas horas de haberse dado por concluidas las últimas elecciones, corre presto a estrechar la mano del Secretario General de Unidas Podemos. Atrás quedan los innumerables vetos a nuestra formación, las falsas excusas y el desprecio con el que se nos ha tratado desde algunas esferas del socialismo español. Y este pacto “ entre amigos”, que tanta prisa se ha dado el Sanchismo en rubricar, ha atizado y espolvoreado a la derecha más recalcitrante. Una derecha que ahora, en vez de ayudar a encaminar la situación y que por fin haya un gobierno estable en España, que lo forme quien ha ganado, se dedica a predicar visiones proféticas y apocalípticas, como San Juan Evangelista en la Isla de Patmos.
Entre el apretón de manos , las visiones apocalípticas, el frío invernal y el viaje de Felipe VI a Cuba, parece haber surgido un encogimiento testicular que ha sacudido hasta al Caballo de Santiago Abascal.
Y ahora sí, ahora si que tenemos a este “señor” bien asentado en el Congreso. Y es que debido a la testarudez de Sánchez, y tras estas elecciones, el Parlamento español está más polarizado que nunca. No se recuerda algo así desde los tristes años treinta del siglo pasado. De la extrema derecha, con un mensaje articulado en el odio y el miedo, pasamos a la extrema izquierda o “comunistas” como algunos nos llaman. Entre estos dos polos aparecen los típicos partidos del “ turnismo”
junto a nacionalistas, regionalistas, independentistas y un sinfín de palabras acabadas en ese sufijo. Un totum revolutum de padre y muy señor mío.
Y ahora sí. Ahora sí que la caverna mediática y los pseudo-pantuflos informativos que ya no esconden su posición política están entregados a cara de perro para desacreditar a esta coalición de izquierdas progresista, y eso que todavía no ha iniciado su andadura. Todos corren a ponerle palos a las ruedas del preacuerdo, todos luchan por ser los más leales al sistema. Así está señores el periodismo en nuestro país. Nada nuevo bajo el sol. Las Fake News están a la orden del día, que si Sánchez se va a bajar los pantalones en Cataluña, que si investidura por independencia, que si el Rey está mosqueado, que si Messi ostentará el Balón de Oro de por vida… todo vale para atizar a una sociedad dormida y sobre todo inapetente.
Pero hay esperanza en la deriva. Nosotros queremos ayudar a encauzar la situación, es un esfuerzo titánico, lo sabemos, pero estamos dispuestos a implicarnos por un gobierno izquierdista, que saque al país de la parálisis en la que está sumido. Implicarnos para que se vele por los derechos de la clase trabajadora, esa en la que cae todo el peso de la crisis. Implicarnos en extirpar tanto mangoneo que llevamos aguantando.
Ahora sí, ahora es el momento que intentarlo. Déjennos hacerlo. Prometemos sentido común y muchas ganas de trabajar.
¡DESTACAMOS!
