Tras las lluvias de días pasados, actualmente las obras continúan ejecutándose
Las lluvias caídas de forma continuada desde mediados de diciembre han ocasionado el derrumbe de parte del nuevo trazado de la carretera de Rute a Encinas Reales. A su vez, este desplome ha hecho que este tramo se cortase al tráfico, poco después de haberse reabierto. En este contexto, los representantes populares denunciaban hace unos días la paralización de las obras y apuntaban como posible causa el impago de la Junta de Andalucía. El alcalde Francisco Javier Altamirano ha querido desmentir de manera tajante este extremo. Altamirano ha asegurado que no se ha dejado de actuar “en ningún momento”. Otra cosa es que, “por distintos inconvenientes”, las obras se hayan retrasado.
Cuestiones como el hallazgo de restos arqueológicos o los citados efectos de la lluvia han demorado su ejecución y han aumentado el coste en tres millones de euros. El de Rute no ha sido un caso único de los estragos del temporal. En la misma autovía de Málaga, cerca de la capital costera, se hundía hace poco un tramo de la calzada. Pero incluso el día 8, cuando nevó por primera vez en Rute este año, hubo gente trabajando en la carretera “y se les pidió que parasen porque estaban en unas condiciones infrahumanas”. Además, el Ayuntamiento ha mantenido los contactos con los técnicos de la delegación, que han seguido señalizando y supervisando la vía de forma “permanente”.
A la vista de que en cualquier momento pueden surgir demoras, Altamirano no ha querido pronunciarse sobre un posible plazo de conclusión de las obras ni cree que lo importante sea qué empresa las realiza. En todo caso, entiende que un retraso de consideración es, por ejemplo, el que ha habido en la autovía Córdoba-Málaga. Sin embargo, por comparación, que una obra prevista para terminar en enero pueda acabarse en febrero o marzo representa diferencias “ridículas”.
Por ello, ha criticado la actitud del Partido Popular. En su opinión, este retraso “no es motivo para alarmarse ni insultar a la Junta ni a la consejera”. Altamirano ha insistido en que el Ayuntamiento no tiene por qué defender a la Junta, aunque sí se debe mantener una postura “responsable”. Así, cuando haya que presionar y denunciar se hará, “pero si la Junta está cumpliendo y los trabajos se están realizando de forma adecuada se debe ser respetuoso y comprensivo”.
