Unicaja de Málaga se adjudica el torneo de baloncesto junior de Rute

Unicaja no dio opciones y en todo momento fue superior al Real Madrid

Unicaja no dio opciones y en todo momento fue superior al Real Madrid

Dentro de los actos del décimo aniversario del Pabellón de Deportes Gregorio Piedra de Rute, durante el segundo fin de semana de septiembre se ha celebrado un torneo de baloncesto junior. La cita ha contado con la presencia de Unicaja de Málaga, Real Madrid, Club Baloncesto Granada y Cajasol de Sevilla. Por Rute han pasado los días 13 y 14 algunas de las que se presume que van a ser figuras del baloncesto nacional dentro de unos años. No en vano, en la presentación José Morillo, director de las escuelas de baloncesto de Unicaja y colaborador en la organización, apuntó que estábamos ante “el mejor cartel” que se puede ofrecer ahora mismo en estas categorías. De entrada, entre los jóvenes de estos equipos aparecían los nombres de los hijos de algunos ilustres del deporte de la canasta, como Arvidas Sabonis o Lolo Sáinz o Beirán. Con todo, el desarrollo del torneo deparó otras sorpresas y dio a conocer a algunos que están llamados a ser gente destacada.

Las semifinales, disputadas el sábado por la tarde, emparejaron a Unicaja contra Granada y al Real Madrid contra Cajasol. En la primera los malagueños mostraron una pequeña parte de la superioridad exhibida durante todo el torneo y derrotaron con facilidad a los granadinos por 90-70. Más igualado, y sorprendente, fue el segundo enfrentamiento. Los jugadores sevillanos “maniataron” a los madridistas y fueron por delante en el marcador durante casi todo el choque. El entrenador merengue, Javier Alonso, había movido continuamente el banquillo hasta el tramo final, en que apostó por su quinteto de más confianza. Fue sólo entonces cuando el Real Madrid remontó y logró ponerse por delante, para acabar imponiéndose por 85-78.

Fruto probablemente de ese mazazo inesperado, Cajasol se desinfló y en el partido por el tercer y cuarto puesto, ya en la mañana del domingo, cayó de forma clara ante Granada, por 78-60. Los granadinos jugaron mucho más sueltos, mientras que sus colegas sevillanos no dieron ni la más mínima muestra de los buenos apuntes mostrados el sábado.

A la final habían llegado, pues, los dos equipos a priori favoritos. Sin embargo, seguramente fue el partido menos igualado de todo el torneo. El encuentro no tuvo color y Unicaja se impuso con contundencia al Real Madrid por 107-75. Los malagueños basaron su juego en una defensa muy sólida, con presión en toda la pista, especialmente cada vez que anotaban canasta. A ello unieron una efectividad impresionante en el tiro y desde primera hora se adelantaron con un parcial inicial de 13-2. A partir de entonces, Unicaja nunca permitió que la diferencia bajara de diez puntos, con tanteos de 56-34 y 79-58 al término del segundo y tercer cuarto. Su entrenador, el ex-jugador Jesús Lázaro, estaba contento con la victoria, aunque aseguró que su mayor satisfacción es que en el poco tiempo que lleva en el cargo los jugadores “están asimilando muy rápidamente los conceptos”.

A pesar de que Unicaja se alzó con el torneo, resulta curioso que el elegido como mejor jugador fue un madridista, José María Gil, un pívot de 2,05, que, según señaló, cada vez sale “más hacia fuera de la canasta para realizar penetraciones”. Gil se mostró muy contento con este galardón y aseguró que no lo esperaba. El jugador confía que este trofeo le sirva para mejorar, matizando que son chavales en formación, por lo que su evolución todavía puede dar mucho de sí. Aunque en un club como el Real Madrid la sección de baloncesto tiene menos repercusión mediática que la de fútbol, Gil confirmó que se realiza “un excelente trabajo” con la cantera.

Así lo corroboró uno de los responsables de estas categorías, su entrenador Javier Alonso, que admitió que su equipo todavía está “muy poco rodado y muy lejos de Unicaja”. De todas formas, no hay que perder de vista que la pretemporada sirve precisamente para corregir estos desajustes, más aún en un conjunto “muy joven, con algunos cadetes”. De hecho, en algunos casos ni ellos ni el propio cuerpo técnico “tienen aún muy clara su ubicación en el campo”. Son cuestiones que tendrán que ir trabajando a lo largo del año “para ver su posible proyección”. Respecto a la situación general del baloncesto de base en nuestro país, Alonso subrayó que cada vez hay más “talento físico” y que, teniendo en cuenta que estos chavales están rodeados “de muchas cosas que les llaman la atención”, lo que más va a determinar su trayectoria “son las ganas de jugar”.

En cuanto al balance de la organización, Antonio Henares, técnico municipal de Deportes y presidente del Club Baloncesto Rute, explicó que habían barajado un ramillete de cinco jugadores, “que lo han puesto muy difícil”, para elegir al mejor. También apuntó que había otro, “que estaba claramente por encima de los demás”, pero no había jugado la semifinal. Por ello, al evaluar todo el torneo se decantaron por Gil. Del desarrollo de los partidos, si bien no lo pudo disfrutar plenamente como aficionado por estar en las tareas organizativas, sí destacó el buen nivel que se había visto, incluso en la final, “donde Unicaja ha demostrado por qué es el actual campeón de España”.

El único “pero” que puso Henares al torneo fue que, dentro de la notable afluencia de público, echó en falta la presencia de más niños. Con todo, mantiene la ilusión de que “lo ideal” sería que de aquí a unos años “jueguen los juniors de estos equipos y los de Rute”. Así lo espera Juan José Roldán, concejal de Deportes del Ayuntamiento de Rute, que confía en organizar el año que viene un torneo “de la misma índole” con entidad propia, no como aniversario del pabellón.

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