Una segunda oportunidad

Todos nosotros en algún momento de nuestra vida hemos cometido fallos, situaciones en las que si se pudiera mirar hacia atrás seguro que cambiaríamos muchas cosas. Y siempre nos han dado una segunda oportunidad. Es lo más sensato y lo mejor, puesto que la experiencia nos hará encaminarnos de diferente modo a los asuntos que en los que antes erramos. Nuestra postura en un tema tan sensible como es el conflicto entre Cataluña y España se aferra a este postulado que hemos expuesto. Los presos del “procés” ya llevan días en sus casas. Eso es una verdad incuestionable. Lo que queda por ver, y esperamos que así sea es que tomen nota de esta segunda oportunidad que les da el Estado de Derecho, que no Pedro Sánchez ni el gobierno social-comunista que muchos por ahí vociferan. Era de vital importancia que se diera este enorme paso en pro de una normalización institucional y se sienten así las bases del diálogo democrático entre los diferentes pueblos de España. El gran error de la consulta del 1 de Octubre de 2017 se puede enmendar, uniendo fuerzas, por los dos lados, para rehacer las fatalidades pasadas. Ha llegado la hora de que en este país se hable de políticas territoriales eficaces de una vez por todas para albergar la esperanza de una Cataluña unida en sí y con España, que nos lleve a ser lo que una vez ya fuimos: un pueblo grande que afronta las adversidades con firmeza y valor. Un pueblo donde todos somos iguales.
Y para esto está la política, para llegar a acuerdos, para cooperar, para unir, en contra de lo que a muchos les gustaría. La decisión ha sido valiente y no exenta de discusión y réplica. Pero eso tampoco es nuevo y no debe de asustarnos. Los que pensamos que hay que acercar los polos en vez de alejarlos no podemos estar más que esperanzados en esta nueva etapa que se abre ante nosotros. El perdón lo entendemos como un remedio para curar estas heridas de las que venimos hablando y tenemos que redoblar esfuerzos para realzar los valores democráticos, el respeto a la ley, a las administraciones y al conjunto de la sociedad española, a toda. No debemos dejar de lado a nadie puesto que todos somos necesarios para el esfuerzo de reparar la convivencia.
Por otro lado, queremos desear unas felices vacaciones a toda la comunidad escolar de nuestra localidad. A los estudiantes que se han esforzado de lo lindo en este año tan atípico y sobre todo a los profesionales, que con creces han superado un curso que empezó con unas muy malas previsiones y gracias a su trabajo y dedicación podemos decir que ha salido mejor de lo que imagináramos. Ahora toca descansar y coger fuerzas para el curso que viene.
Desear a todo nuestro pueblo que disfruten del inicio del verano, que sean prudentes con las recomendaciones de Sanidad y que sean muy felices. La vida nos da una oportunidad de disfrutarla. Hagámoslo.

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