Una charla sobre cáncer y depresión supone el estreno de Juana Serrano como presidenta de la Junta Local de la AECC en Rute

Numeroso público se interesó por la relación que se  da entre el desarrollo del cáncer y la aparición de un proceso depresivo

Numeroso público se interesó por la relación que se da entre el desarrollo del cáncer y la aparición de un proceso depresivo

Fieles a su vocación de organizar actividades divulgativas, los miembros de la Junta Local de Asociación Española Contra el Cáncer han traído una nueva sesión informativa a Rute. Versó sobre el cáncer y la depresión, y corrió a cargo de Antonio Agüera, licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra, y especialista en Psiquiatría. La charla impartida en la tarde del 20 de febrero ha supuesto el primer acto de Juana Serrano como nueva presidenta de la Junta Local. Serrano coincide con sus compañeros en que se trata más bien de cargos “rotatorios”. Ahora le toca a ella ejercer la presidencia, pero en la práctica las decisiones se toman siempre de común acuerdo por toda la directiva. Se ha estrenado respaldada por el numeroso público que se acercó a la sede. Como recordó su predecesora, Francisca Porras, del mismo modo que otras veces se ha apostado en estas charlas por temas preventivos, también es necesario abordar la vertiente psicológica de la enfermedad.

El doctor confirmó que es algo que suele ocurrir: la dolencia física puede “enmascarar” otras dolencias emocionales. Ve comprensible que, una vez detectada una enfermedad que se sabe que puede implicar dolor y muerte, aparezcan cuadros de depresión y ansiedad. De hecho, la incidencia de alguna de las dos es “altísima, en torno a un 40% de los pacientes oncológicos”. Las depresiones no afectan sólo a quien sufre la enfermedad sino que también están expuestos sus familiares. Llegado el caso, cree que el psiquiatra y el oncólogo deben buscar de forma coordinada la mejor calidad de vida para el paciente. En ocasiones, el cáncer incluso se inicia con sintomatologías depresivas, que afloran antes que el propio tumor. Por otra parte, la quimioterapia puede inducir a cuadros depresivos. Son situaciones que se suman a la más “genuina”, la depresión “reactiva” tras recibir “el mazazo” que supone el diagnóstico.

Agüera atesora una larga experiencia en el mundo de la Psiquiatría, tanto como ex-profesor de la Facultad de Medicina de Córdoba, facultativo especialista de área en Reina Sofía y actualmente director médico de Consultas Morería, en Córdoba. En todas estas etapas ha podido constatar que es más difícil superar la depresión ligada al cáncer. Además, habla de una relación “bidireccional”, porque en la persona afectada emocionalmente su sistema inmune “no responde de igual manera”. Por tanto, las dos patologías “se influyen mutuamente”. Visto desde el otro lado, tratar la fase depresiva mejora la calidad de vida del paciente y además “puede corregir el proceso tumoral”.

La manera de hacerlo no es universal. Según el psiquiatra, no hay enfermedades sino enfermos, así que hay que “individualizar la pauta”. Junto al uso de fármacos, el apoyo psicológico es fundamental. Los pacientes “necesitan ventilar sentimientos, expresar emociones”. No hay que olvidar que la autoestima “va unida al estado de ánimo”, de modo que la autoestima de estas personas es muy baja.

Deja un comentario