Los responsables provinciales del PP y Asaja reconocen que el sistema es complejo, pero garantiza las ayudas hasta 2020
La ejecutiva local del Partido Popular de Rute ha organizado una mesa redonda sobre la reforma de la Política Agraria Común, la PAC. Se llevó a cabo en la tarde del lunes, 24 de febrero, y pese a la jornada desapacible, numeroso público acudió para informarse. No cabe duda de que la reforma de la PAC preocupa a los agricultores. Buena prueba es que, tras las intervenciones previstas, se abrió un participativo turno de preguntas. Para informar de todo ello se contó con la presencia de dos de los responsables de Agricultura del PP a nivel provincial: Julio Criado y Rafael Navas. Junto a ellos estuvo Carlos Molina, secretario general de Asaja Córdoba. De presentar la mesa redonda se encargó el portavoz popular en el Ayuntamiento de Rute, David Ruiz. Como recordó, en su condición adicional de olivarero, las ayudas y las subvenciones no sólo son un tema fundamental para los agricultores en un término como el de Rute, sino que también ahora mismo los tiene un poco “confundidos”.
Su compañero Julio Criado reconoce que se ha creado la incertidumbre que genera todo cambio. Se produjo tras conocerse el primer borrador de la PAC, con conceptos como el de “tasa plana”, el “greening” y el temor de que aumentaran en millones de hectáreas las superficies susceptibles de ser subvencionadas. Admite que, tal y como figuraban entonces, hubieran supuesto “la muerte del olivar tal como lo conocemos”. Por eso, teniendo en cuenta que se partía de una situación “nefasta”, cree que se ha avanzado mucho. En este punto recordó cómo el ministro de Agricultura Arias Cañete se había ido a Bruselas con una propuesta “consensuada” entre las diecisiete comunidades y las diversas organizaciones agrarias. Entre los logros, destaca que, en un período “de restricción y aumento de países en la UE”, se haya mantenido “la misma ficha presupuestaria para España”, con cuarenta y siete mil millones de euros para el período de referencia (2014-2020). También se ha eliminado la tasa plana, que implicaba que todos los cultivos cobrasen lo mismo. El inconveniente es que, para ello, ha habido que arbitrar un sistema “de convergencia”, que es “mucho más complejo”. Otro asunto que se ha mejorado es la rebaja en las exigencias del “greening”, o “pago en verde”.
Para Rafael Navas, el primer paso importante es que la PAC “se ha garantizado hasta 2020”. Navas puso como ejemplo que la supresión de la tasa plana para municipios como Rute, cuyos olivares “reciben más ayudas que otros”. El coordinador de Agricultura del PP de Córdoba lamentó que el propio PSOE hubiera solicitado en su día una tasa plana y un aumento de la superficie subvencionable. Según expuso, Andalucía recibe anualmente unos mil seiscientos millones de euros. Y con esas dos medidas, la comunidad habría perdido unos tres mil quinientos millones en todo el período. Por todo ello subraya la importancia de que los diferentes grupos hayan respaldado el acuerdo alcanzado. Además, recordó otras medidas impulsadas por Arias Cañete enfocadas, entre otros aspectos, a garantizar unos precios mínimos del aceite, fomentar la fusión de cooperativas y acabar con la plaga de robos en las explotaciones agrarias.
El encargado de desgranar el “sistema de convergencia” fue Carlos Molina. Partiendo, como el resto, de la base de que es un sistema complejo, trató de lanzar un mensaje positivo y de tranquilidad a los agricultores. Es justo ahora cuando han de estar más atentos: de la gestión de las ayudas de este año va a depender lo que cobren hasta 2020. De ahí que insista en que, ante cualquier duda, los olivareros busquen un asesoramiento adecuado. Como recordó, en Rute Asaja cuenta con una oficina para resolver las diferentes cuestiones que van a surgir en estos meses “decisivos”. Hasta mayo está abierto el plazo de presentación. Aparte de lo expuesto por sus compañeros, destacó la “regionalización” por comarcas agrarias, a la hora de adjudicar las cantidades subvencionadas. En conclusión, y pese a la complejidad del modelo y las dudas que suscita, cree que la convergencia y regionalización “mejoran lo propuesto y garantizan un importe de pago básico y un greening similar al P.U. actual”.
