Este año la Virgen del Consuelo ha sido portada a través de sistema mecánico y de ruedas que se instaló bajo el trono
Desde hace algunos años en el primer fin de semana de septiembre se celebran las fiestas de la aldea de la Hoz, en honor a la Virgen del Consuelo. En pleno parque Natural de las Sierras Subbéticas y en un paraje incomparable se venera culto a esta peculiar imagen. Se trata de unas fiestas breves, peculiares y muy familiares. De hecho todos los vecinos y vecinas de esta aldea ruteña participan activamente en todos los actos y cultos programados. Fundamentalmente, en cena de hermandad y en la mesa de regalos. Los actos se iniciaron el pasado jueves día 4 de septiembre con el rezo del Santo Rosario, a la nueve de la noche, en la ermita de la Virgen del Consuelo. Se contó con la actuación del cuarteto de música clásica de la cofradía, bajo la dirección de Francisco Alejandro Moreno Sarmiento. El viernes tuvo lugar la Santa Misa, también a la nueve, oficiada por el párroco Francisco Aurioles y esa misma noche fue la cena de hermandad. Una cena que se convierte en un acto de convivencia entre vecinos y para la que no es necesario realizar ningún tipo de reserva. Pues, siempre, acuden más de un centenar de personas sin compromiso alguno.
El sábado el día grande de la Virgen los actos comenzaron a primera hora de la mañana. Primero, con recogida de regalos de la mesa que fueron finalmente subastados esa misma noche y durante la mañana siguiente. También ese día, como de costumbre, tuvo lugar la tradicional carrera de cintas en la que participaron los niños y niñas de la aldea. El momento más esperado llegó en torno a las nueve de la noche cuando la Virgen del Consuelo salió en procesión, acompañada del clero parroquial, la Junta de Gobierno de la cofradía, el alcalde de Rute y el concejal de Festejos, los Hermanos Mayores y el grupo de mantillas y penitentes. Asimismo, el cortejo procesional contó con el acompañamiento de la Agrupación Musical Santo Ángel Custodio. La principal novedad de este año es que la imagen ha sido portada gracias a un sistema mecánico y de ruedas que se instaló bajo el trono. El motivo, según el presidente, Perfecto Rodríguez es que muchos jóvenes que llevaban la imagen, en años anteriores, se han ido a estudiar a la universidad o ya no pueden y no se ha encontrado sustitutos.
A diferencia del año del año pasado, cuando las obras de la carretera Rute-Iznájar condicionaron el recorrido, la procesión pudo desfilar sin ningún problema por el itinerario previsto. Otra de las novedades de la presente edición ha sido la quemada de los fuegos artificiales. Recordar que el año pasado no se obtuvieron los permisos pertinentes de la delegación provincial de Medio Ambiente para la quemada habitual de fuegos artificiales, debido a que la aldea se encuentra en pleno Parque Natural de las Sierras Subbéticas. Sin embargo, para esta ocasión la Junta de Gobierno ha optado por contratar un espectáculo piro musical. Una decisión más cara pero la postre acertada. Pues, según Manuel García Iturriaga, coordinador de la revista que publica esta cofradía, de esta forma “no se priva a los devotos y público en general de despedir a la Virgen como merece”. Finalmente, el resultado ha sido muy vistoso. El público quedó sorprendido con la quedada de bengalas y los láseres e imágenes que se proyectaron.
