Termina un abril con temperaturas de récord y ausencia de lluvias en Rute

  • Los termómetros han pulverizado en más de 3,5 grados el anterior registro de 32 y la sequía prolonga el descenso en los niveles de agua del Pantano

Antonio Navajas en la estación que AEMET tiene instalada en las afueras de Rute

El pasado mes de abril será recordado por sus notables y preocupantes anomalías térmicas. Según los datos que a diario recopila Antonio Navajas para la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), y que aporta a Radio Rute, se ha batido el récord de temperatura máxima absoluta desde 1972, año en que empezaron a recogerse en Rute estos datos para AEMET. Fue con los 35’5 grados registrados el día 27. La anterior marca se había dado en abril de 1980, con 32. Por tanto, ahora ha subido en 3’5 grados.

  • A finales de abril de 2022, aun siendo también un año seco habían caído 461,5 litros, 154,2 más que a estas alturas

En cuanto a la temperatura mínima, la registrada la madrugada del día 28, que fue de 21’9 grados, se puede considerar propia del periodo canicular, el habitualmente más caluroso del verano. Posiblemente, también constituya un récord en Rute, aunque de esto no hay datos suficientes como para afirmarlo con seguridad absoluta.

Respecto a la lluvia, en los últimos cincuenta años no se había conocido un mes de abril sin ninguna precipitación, salvo el de 1977. Es, pues, la segunda vez en medio siglo que se da esta circunstancia. De esta forma, el balance del año agrícola sigue siendo el mismo que había en marzo, 307,3 litros. Aun siendo igualmente un año seco, a finales de abril de 2022 habían caído 461,5 litros, nada menos que 154,2 litros de diferencia.

Niveles del Pantano

La combinación de ambos factores, sequía y altas temperaturas, es determinante para que los niveles del Pantano de Iznájar continúen bajando. Ni siquiera el deshielo de Sierra Nevada ha permitido recuperar de forma notable el porcentaje de agua embalsada. Así pues, a estas alturas apenas cuenta con 175 hectómetros cúbicos de los 981 que puede llegar a albergar. Ello representa un raquítico 19% de su capacidad. Por comparación, hace un año, cuando la sequía ya era un hecho, tenía 296 hectómetros cúbicos (32,17%). El dramatismo de la situación se entiende mejor con una comparativa a diez años vista. La media a estas alturas del último decenio es de 619 hectómetros cúbicos (67,29%).

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