Después de todo, y pese a ser profundamente democráticos y aceptar estoicamente los resultados de las elecciones autonómicas, hemos de hacer autocrítica, pero también valoraciones. Como principal debilidad de IU reconocemos la confianza depositada en un pacto de cogobierno que buscaba como único interés el bienestar de todos los andaluces y andaluzas, basado en profundas reformas estructurales que llevarían a fortalecer la administración pública y a defender siempre, y ante todo, los derechos sociales, el estado de derecho y la capacidad de autogobierno de Andalucía. Pero esa confianza (pecamos de tontos) fue vilmente traicionada por Susana Díaz en pro del poder económico, que no por falta de estabilidad de gobierno. Tampoco supimos poner en valor los logros políticos alcanzados durante el cogobierno, logros que tras la ruptura se autoproclamaron como propios los miembros del PSOE. Y tampoco fuimos capaces de imprimir la velocidad legislativa que se necesitaba para haber publicado en BOJA la mayoría de las leyes que se llevaban en la hoja de ruta desde aquél fatídico pacto. Como crítica, y pese a ser recurrentes en el tema, manifestar la injusta aplicación de la Ley D´Hondt que castiga duramente a los partidos con menos votos, haciendo que cada voto no valga lo mismo (pese a que la Constitución diga que todos somos iguales). Como ejemplos citar que cada diputado ha costado al PSOE 29.979,6 votos, al PP 32.247,5 votos, y a IU 54.785,4 votos (es decir, cada diputado de IU necesita casi el doble de votos que uno del PSOE). Pero más duro aún es ver cómo ante la caída de votos experimentada por PSOE, PP e IU, PSOE pierde 118.881 votos y NO PIERDE NINGÚN DIPUTADO, mientras que IU pierde 164.445 votos, y pierde 7 escaños. Una injusticia tremenda. Ésta es la razón de que Susana Díaz no quisiese reformar la Ley Electoral Andaluza achacando que era necesario el beneplácito del PP. Algo bien lógico para mantener el bipartidismo y seguir subyugando el voto del pueblo injustamente, como bien puede comprobarse con un análisis bien simple de los datos oficiales. Pero más escandaloso es, si cabe, que justo después de las elecciones se produzcan tantas detenciones de altos cargos y delegados/as de Empleo del PSOE por motivos sobradamente conocidos. Barrabás vuelve a triunfar.
Ahora volvemos a ver en Rute el modus operandi del exalcalde del PSOE Nicomedes, justo antes de las elecciones municipales de 2003, imitado por el actual alcalde Antonio Ruiz: reasfaltado de calles a prisa y corriendo, a remozar, que no arreglar en profundidad, una calle del barrio alto y otra del barrio bajo. Piensan compensar la falta de actividad que durante 4 largos años hemos sufrido todos los ruteños y ruteñas, lucirse en 2 meses cuando no han hecho nada en años, y volver a jugársela al pueblo de Rute. Resuenan las palabras de la Ministra Carmen Calvo prometiendo un teatro para Rute (si ganaban las elecciones… coaccionando el voto). Resuenan las palabras de la Consejera de Agricultura Clara Aguilera prometiendo el arreglo de las Rondas de Rute y de la Carretera de Rute a Encinas Reales. Y ahora ya suenan las promesas de la actual Consejera de Fomento María Jesús Serrano prometiendo su finalización, otra vez. Hemos de aclarar que pese a que nos duela, la ex Consejera de Fomento Elena Cortés de IU no nos engañó, fue clara hablando, exponiendo la situación económico-financiera de la Consejería, y dejando claro que se finalizaría cuando pudiese afrontarse el gasto, no antes. De hecho, el proyecto de finalización de las obras fue adjudicado y promovido por la Delegada Provincial Marisantos Córdoba, pese a que ahora se lo adjudiquen otros, como ya ha sucedido y hemos explicado al inicio de este artículo. IU no engaña, no promete imposibles, no roba, ni crea cortinas de humo. Y seguiremos siendo así, porque nos gusta dormir tranquilos, y tener la cabeza bien alta. Otros, pese a que reciban más votos, no pueden decir lo mismo.
