Peligrosa Mente pone en hora su séptimo capítulo

  • “El mecanismo de los relojes” es el título de la nueva entrega de la webeserie producida por la asociación Artefacto, que ya ha tenido su preestreno con público

Los humanos y los relojes guardan algo en común. En el mecanismo de éstos, cada pieza condiciona al resto. Con las personas pasa algo parecido: con quienes nos rodean establecemos una simbiosis no escrita de retroalimentación, de influencia mutua que se resiente ante la ausencia cuando ésta se produce. La máxima es extensiva a cada entrega de Peligrosa Mente, la primera webserie producida en Rute por obra, gracia y sobre todo ingenio de los miembros de la asociación cultural Artefacto. El séptimo capítulo no puede ser más elocuente: “El mecanismo de los relojes”.

Estrenado el pasado 8 de julio en el CEMAC Pintor Pedro Roldán, y disponible a partir del día 15 en su canal de YouTube y en Radio Rute, da una vuelta más de tuerca (o de cuerda) a esa idea. Junto al amplio elenco que la convierten en una serie coral, entre el público que asistió a la premier estuvo parte de la Corporación municipal. No en vano, como subrayó Antonio José Gómez, presidente de Artefacto, sin el respaldo institucional de Ayuntamiento y Diputación, la serie no habría visto la luz. De momento, la teniente de alcalde, Ana Cobos, ratificó el compromiso del nuevo equipo de Gobierno.

“El mecanismo de los relojes” es fiel a toda la filosofía argumental de la serie: las segundas oportunidades, la redención, las casualidades y la fuerza del (pre)destino, canalizado a través del protagonista, Goyo Rivero (o Diego Fuentes, o en realidad, Antonio López) y los otros personajes principales que giran alrededor de él como satélites… o como las agujas del segundero o el minutero. La séptima pieza del puzle tiene algo de todo eso, lo que lo une al resto de la serie, de sus tramas, siendo al mismo tiempo la más autónoma, con ese carácter autoconclusivo de cada entrega. A ello se le suma un componente diferencial de suspense que lo acerca al thriller.

Es además más largo de lo habitual (cerca de hora y media) y puede que también sea el capítulo más ruteño, cuando curiosamente es el que más sale fuera. El equipo ha ido a Sevilla, Málaga y Madrid, entre otras localizaciones, lo que a su vez contribuye a que haya sido el rodaje más complejo hasta la fecha. Y pese a todo, Rute está más presente si cabe que en el resto, empezando por el hecho de la ambientación netamente navideña de la historia que narra y todo lo que implica esta celebración en la vida del pueblo. De hecho, en síntesis es un cuento de Navidad, con la particularidad de que camina sobre el alambre de volverse pesadilla.

También mantiene los rasgos distintivos en el reparto de roles. Peligrosa Mente se comporta como un caleidoscopio que cada vez ilumina con su foco a un personaje. En esta ocasión le toca a la agente Paula, desdoblada en su gemela Paloma, en ambos casos interpretada en un doble papel por Melania Luque. Cada una tiene sus luces y sus sombras, como cualquier persona. Pero ninguna puede evitar que el reloj del tiempo ilumine las zonas más oscuras de sus respectivas vidas. Y de nuevo sólo cuando todas son visibles e interactúan la historia, con su otra doble dimensión, la trágica y de mirada hacia delante, cobra sentido pleno.

Es, sin duda, un capítulo oscuro, sombrío, con ese elemento adicional de misterio o suspense. Y haciendo honor a su título, se compone más si cabe de pequeñas piezas que hacen funcionar el todo. Resulta poliédrico en el espacio y en el tiempo, lo que requiere una labor extra de montaje que multiplica ese efecto de mecanismo de reloj. Lo mejor es que cada pieza encaja milimétricamente en el engranaje de precisión argumental y técnica que ha bordado Artefacto.

El reloj de Peligrosa Mente ha activado el modo de cuenta atrás. Antonio José Gómez adelantó que el siguiente capítulo se quiere estrenar antes de que acabe al año (de nuevo, pues, con la Navidad presente). A partir de ahí la conclusión de la serie se precipita en todos los sentidos. De momento, el título provisional de lo que está por venir sería “La tormenta”. Si finalmente se cambia, a ningún espectador le importaría que el nuevo título siguiera jugando con el concepto del tiempo y fuera “Impaciencia”.

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