Miembros de Anya y del Club de Piragüismo de Écija comparten en Rute una prueba de descenso por el Genil

El Club de Piragüismo de Écija fletó cerca de cuarenta  embarcaciones, entre kayak y piraguas, para la prueba

El Club de Piragüismo de Écija fletó cerca de cuarenta embarcaciones, entre kayak y piraguas, para la prueba

Tras la pausa veraniega, a resguardo del calor, los miembros de Anya han reanudado la temporada con una actividad frenética. La última iniciativa llevada a cabo tuvo lugar el sábado, 16 de octubre. Durante toda la jornada celebraron un encuentro de convivencia con el Club de Piragüismo de Écija. Los sevillanos venían a Rute en respuesta a la visita de Anya hace un año para el descenso del Batán. Aquella experiencia fue muy positiva para los ruteños, porque en aquellas fechas estaba prohibida cualquier embarcación en el pantano de Iznájar. Ya entonces, los miembros del club ecijano ofrecieron a los de Anya sus piraguas y les enseñaron a manejarse en el río. Entre la amplia gama de actividades en la naturaleza en las que participan, el descenso es una de las más esperadas por los integrantes de asociación ruteña. Sin embargo, apenas la han podido practicar, a pesar de tener bastantes socios amantes de este deporte. Por eso, una vez levantada la prohibición de introducir embarcaciones en el pantano, los ruteños no dudaron en devolver la gentileza a los de Écija y compartir este día de encuentro.

Para ello, dividieron la jornada en dos partes. Por la mañana se trasladaron hasta las inmediaciones del río Genil, más abajo de la presa, entre Cuevas de San Marcos y Vadofresno. Allí desarrollaron una prueba de descenso en piragua, y los ruteños tuvieron ocasión de conocer parte de la técnica de la que son unos maestros los integrantes del club sevillano. No en vano, fletaron cerca de cuarenta embarcaciones. Cuarenta y cuatro personas participaron en la iniciativa, 24 de ellas de Rute. A su término compartieron una paella. Ya por la tarde realizaron una ruta senderista por nuestro entorno natural y una visita a los museos gastronómicos.

Javier Cansinos, miembro de Anya, agradeció el apoyo del club sevillano como de la empresa Saltarríos, por el asesoramiento técnico prestado. Entre el material aportado, destacaban los kayak biplaza y las piraguas de competición, además de los elementos de seguridad. Hay algunos socios de Anya que disponen de su propia piragua, “aunque es un porcentaje muy pequeño”. Por lo general, hasta ahora no las habían usado en el entorno de Rute, “al no conocer su potencialidad”. Sabían de su encanto visual, pero ha sido con el apoyo adecuado cuando han tenido ocasión de comprobar todas las posibilidades deportivas que ofrece.

Manuel Palacios, presidente del club, mostró su grata sorpresa por el paraje en que se desarrolló la prueba. Cree que merece la pena repetir, “porque técnicamente es asequible para muchas personas”. No hay que olvidar que, río abajo, en la zona del Tejar, se celebran pruebas de competición. En este sentido, Cansinos recordó que uno de los objetivos esenciales de Anya es organizar actividades en un radio de unos 50 kilómetros “precisamente porque hay quien que no conoce ese entorno”. Por eso, califica como “un logro importante” que la gente “tome conciencia de dónde vive y los sitios que puede disfrutar”.

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