Joseíto, autor de dos goles, desborda tras jugada personal al meta de Villa de Espejo y cruza el balón en el 4-1 que daba la tranquilidad a los ruteños
El equipo juvenil del Rute Calidad ha cerrado el mes de febrero dando un nuevo golpe en la mesa. En la fiesta del Día de Andalucía, los pupilos de Juanjo Baena se dieron un festín de fútbol y goles. El rival, la víctima, fue Villa de Espejo, que se llevó “una manita” del estadio de Las Huertas. El 5-1 final refleja la superioridad en el campo de los ruteños, incluso con un jugador menos. Por un lado, había ganas de revancha deportiva. Lo reconocía José Torres, Joseíto, delantero y goleador local por partida doble. En la ida les había tocado jugar en un campo de tierra, muy embarrado. Unido a la presión de la parroquia local, hizo que los ruteños se volvieran con un 4-1 en contra. Pero más allá de esa “vendetta”, lo trascendental del encuentro del día 28 era que ponía a los “tabarritos” con el ascenso al alcance de la mano. Si no de forma matemática, el conjunto de Baena se ha asegurado subir de categoría de manera virtual.
Para el capitán, Rubén Molina, el triunfo moral ha sido el más importante. Por si fuera poco, en casos como el suyo, que es juvenil de tercer año, no esconde que sería una buena forma de concluir esta etapa, con un ascenso. Después de que se quedaran con la miel en los labios, en algún momento aparecieron fantasmas del pasado, pero asegura que en el descanso el entrenador les trasmitió la tranquilidad necesaria para afianzar la victoria. Los últimos minutos fueron hasta una fiesta, disfrutando todos y con el banquillo coreando las jugadas. Baena cree que ese tramo reflejaba lo que es el Rute Calidad juvenil, “un equipo hecho y que trabaja así, en equipo”. En efecto, durante buena parte del encuentro se vieron muchos automatismos, lo que se conoce como “jugar de memoria”, el síntoma más claro de que los chicos se conocen muy bien y saben en todo momento lo que va a hacer el compañero.
Aparte de la trascendencia, estaba la urgencia de esa victoria. El equipo necesitaba recuperar las buenas sensaciones, un tanto perdidas en el último mes, más en los resultados que en el juego. El empate en casa contra Bujalance y la derrota por la mínima en el partido suspendido en Posadas habían frenado la imparable trayectoria que tenía a los ruteños consolidados en el primer puesto. El empate arrancado la semana anterior en el campo de La Victoria podía parecer poca cosa. Sin embargo, a la postre se antojó como decisivo tras la derrota de Posadas contra Fuente Palmera.
A falta de tres jornadas para el final del campeonato, el Rute Calidad lo tiene todo de cara para ser como mínimo uno de los dos equipos que suban o lograr el título. Sigue liderando la tabla, con 38 puntos, y saca tres a Posadas. Por detrás, hay un triple empate a 30 puntos entre Villa de Espejo, Fuente Palmera y Bujalance. Por si todo esto no dejara el ascenso en franquicia, de los nueve puntos que restan por disputar, tres están ya asegurados. Son los correspondientes al partido contra el Atlético Menciano, en la siguiente jornada. Al haberse retirado de la competición ya en la segunda vuelta, cuentan los encuentros jugados y se dan los tres puntos a los rivales contra los que aún tenía que enfrentarse.
