Las calles de Rute se llenan de gente disfrutando con el recorrido procesional de la Virgen del Carmen

En poco más de un lustro, se ha convertido en  uno de los momentos más intensos cuando las costaleras mecen a la Virgen

En poco más de un lustro, se ha convertido en uno de los momentos más intensos cuando las costaleras mecen a la Virgen

No deja de ser curioso el desarrollo de las Fiestas Patronales en Rute. Terminan el 15 de agosto, con la procesión de la Virgen del Carmen, excepción hecha de la subasta de regalos de la mesa, que se reserva para la jornada del 16. Después, no hay nada, sólo espera, hasta que en febrero del año siguiente comienza de nuevo el ciclo con el triduo de aniversario del patronazgo. Y sin embargo, conforme se acerca el final no existe ese punto de tristeza por lo que acaba, como puede ocurrir en otras celebraciones. No existe porque el final representa justo la culminación de más de un mes de cultos y actos en honor a la Virgen del Carmen. El extremo cronológico coincide con el pico más alto de los momentos intensos, aquellos que quedan después en la retina o la memoria. Por eso nadie tiene esa sensación de despedida; al contrario, desea que lleguen estos días centrales. No es de extrañar, pues, que el presidente de la cofradía, Francisco Caballero, dijera justo antes del comienzo del pregón que era “una noche muy especial para los carmelitas”.

Tras esa noche, quedaba la jornada central.Arrancó desde muy temprano, a las 8 de la mañana, con la diana de la Banda Municipal ante la puerta de la “Carmelita Mayor”, en la calle Priego, interpretando una banda sonora asociada especialmente a este día. Más tarde, a las 11, se ofició la solemne función religiosa en Santa Catalina. Y puesto que estas fiestas no son sólo un hecho religioso, a mediodía los más pequeños (y quienes siguen siéndolo en su espíritu) disfrutaron con los gigantes y cabezudos. El desfile desembocó en el Paseo Francisco Salto, con un espectáculo de animación infantil, patrocinado por la concejalía de Festejos.

Por la noche, la Patrona volvió a las calles de Rute. La Virgen del Carmen salió puntualmente a las nueve de la noche de Santa Catalina. La comitiva contó con el acompañamiento musical de la Banda de Cornetas y Tambores Nuestro Padre Jesús el Cautivo, de Málaga, que ha venido por primera vez a Rute. Y cómo no, nuestra emblemática Banda Municipal cerró el cortejo. Entre medias, estaban las autoridades políticas de la Corporación municipal, los representantes del clero y las demás hermandades y cofradías ruteñas, o numerosas mantillas. Pero sobre todo había gente, mucha, muchísima gente. El hecho de registrarse una de las jornadas más calurosas del verano no impidió que los devotos y el público en general se privaran de ver a la Virgen desfilando por las calles céntricas del pueblo.

Prácticamente en todos los momentos del itinerario, una notable multitud acompañó al cortejo procesional. Y fueron desde luego varios esos momentos que todo el mundo quiere inmortalizar: el paso por el Círculo de Rute, donde ya es habitual que suene por la megafonía la “Salve Marinera”, interpretada por Diana Navarro; la subida al Paseo de Llano, con las puertas de San Francisco abiertas, la bajada por el Cerro, con un luminoso “Viva la Virgen del Carmen”, la llegada a San Pedro o el protocolario saludo final de la junta de Gobierno a sus compañeros de otras hermandades.

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