Recorrido matinal en un carro tirado por bueyes
Las aldeas de Las Piedras y Palomares volvieron a centrar la atención en Rute en el tercer domingo de mayo, con las fiestas en honor a San Isidro Labrador. Aunque el día central fue el domingo, los actos y cultos se habían iniciado desde el viernes 16, con un triduo en honor a la imagen en su ermita de Palomares, y sendas veladas (viernes y sábado) amenizadas, respectivamente, por las Hermanas Mariscal y la Orquesta Neptuno. Tampoco han faltado este año dos citas tradicionales en estas fiestas, como son el campeonato de “Subastao” y la ofrenda de flores y frutos al patrón.
Ya en la mañana del domingo 18 tuvo lugar la doble salida procesional de San Isidro. Desde hace años el patrón de Las Piedras no desfila por las calles de Rute, pero fueron muchos los vecinos del casco urbano que se acercaron hasta la pedanía durante esta jornada festiva. En el recorrido matinal, San Isidro desfiló en un carro tirado por bueyes, pasando por la aldea de Los Pérez hasta la Fuente de la Higuera. De vuelta a su ermita, se celebró la misa de romeros, cantada, un año más, por el Coro de Romeros de la Real Cofradía de la Virgen de la Cabeza. A su término, se ofreció una paella organizada por la Cofradía de San Isidro Labrador, en colaboración con el Ayuntamiento de Rute, amenizada por el Grupo Rociero Besana.
La fiesta continuó por la tarde, con juegos tradicionales, como la carrera de sacos, cucañas y carreras de cintas, y un concurso de bebedores de gazpacho, además de la subasta de los regalos de la mesa y la entrega de trofeos. Fue el preámbulo al broche de oro de estos días, que concluyeron con la procesión vespertina, en esta ocasión con la imagen de San Isidro llevada a hombros; una procesión que se vio amenazada por los chubascos caídos a lo largo de la tarde.
